Wolves sobreviven y se medirán a Grizzlies en playoffs
Los Clippers desquiciaron a Karl Anthony-Towns, pero no pudieron contener en el desenlace a Anthony Edwards ni a D'Angelo Russell
En una tremenda batalla de baloncesto con cuchillo en la boca, los Minnesota Timberwolves sobrevivieron este martes a Los Angeles Clippers en un partido enrevesado y apasionante de "play-in" (109-104) y se medirán a los Memphis Grizzlies en la primera ronda de los playoffs.
Los Wolves, séptimos en el Oeste y que solo habían jugado las eliminatorias por el anillo una vez en los últimos 17 años, se impusieron a unos Clippers, octavos y que estuvieron muy cerca de asfixiarles con su defensa.
Los angelinos desquiciaron a Karl Anthony-Towns, que fue expulsado por faltas y que solo jugó 24 minutos (11 puntos con 3 de 11 en tiros).
Sin embargo, los Clippers no pudieron contener en el desenlace a Anthony Edwards (30 puntos y 5 rebotes) y D'Angelo Russell (29 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias), excelentes en un gran parcial de 26-11 en los últimos nueve minutos para cerrar una fantástica remontada ya sin Towns.
El que mejor simbolizó el carácter guerrero de los Wolves fue Patrick Beverley, incendiario e inagotable en cada balón, que celebró la victoria entre lágrimas y que se ha convertido en todo un ídolo en Mineápolis.
A los de Minnesota les esperan ahora los excitantes Grizzlies de Ja Morant, la revelación de la temporada como segundos del Oeste.
Por su parte, los Clippers recibirán el viernes al ganador del partido entre New Orleans Pelicans y San Antonio Spurs (novenos y décimos del Oeste) para ver quién se cruza en primera ronda con los temibles Phoenix Suns.
Los Clippers llegaron a dominar de 10 puntos en el último cuarto y Tyronn Lue parecía haber ganado la batalla táctica al frenar a unos Wolves que fueron el equipo más anotador de la temporada regular.
Pero al final se desinflaron pese al partidazo de Paul George (34 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias).
El encuentro tuvo de todo, hasta una activista medioambiental que saltó a la pista durante el partido y que trató de pegarse al suelo con cola para lanzar sus mensajes.
Feroz batalla
Los Clippers dejaron claro desde el inicio que este no era un partido para pusilánimes.
Lue diseñó dos para uno constantes sobre Towns, primero defendido por un bajo (Batum casi siempre) y que luego recibía la ayuda de un alto (Zubac).
El encuentro tenía un tono muy trabado, con numerosas protestas, incontables roces y exigencia física en cada jugada.
¿Ejemplos de ello? Un sobreexcitado Beverley llevaba tres faltas en el primer cuarto, Towns cerró el parcial inicial sin anotar tras fallar sus cinco tiros, y entre los dos equipos sumaron 13 pérdidas de balón en los primeros doce minutos.
Esta dinámica beneficiaba a unos Clippers experimentados en peleas a cara de perro y en los que Morris y Powell marcaban el ritmo en ataque (20-26 tras el primer cuarto).
Edwards ofreció en el segundo parcial algo de luz a unos Wolves espesos y atascados.
Los de Minesota jugaban además con fuego: Towns sumó su cuarta falta en el segundo cuarto y Beverley y Edwards tenían tres cada uno antes del descanso.
Parecía que los Clippers, sin despegarse en el marcador, le habían comido la moral a los Wolves, pero entonces surgió Russell para despertar al equipo local.
Con 14 puntos en el segundo cuarto, Russell abrió el candado de los Clippers y llevó a su equipo al descanso por delante (53-51) tras un parcial de 14-6 para concluir la primera mitad.
Orgullo final
El que más disfrutaba en un duelo tan turbulento era Beverley.
Totalmente en su salsa, el exjugador de los Clippers estuvo a punto de mandar a Morris al vestuario nada más empezar el tercer cuarto al forzar un rifirrafe entre ambos.
Pero los árbitros, que habían señalado técnicas para Beverley y Morris (el angelino ya tenía una del primer cuarto), finalmente se retractaron en una decisión tan torpe como polémica.
Ajeno a las tretas de Beverley, George dio un contundente golpe en la mesa en el tercer cuarto.
Tras un pobre 2 de 10 en tiros en la primera mitad, el alero devolvió el control del partido a los Clippers con 17 puntos en el tercer cuarto mientras los Wolves temblaban al ver que Towns, muy frustrado y fuera del partido, sumaba su quinta falta antes de llegar al último parcial (78-84).
La cosa fue a peor cuando Towns cerró su espantosa noche con una sexta falta con 7.34 en el último cuarto.
Pero cuando peor parecía la situación, los Wolves emergieron con rabia y orgullo, Edwards y Russell se encargaron de perforar a unos Clippers desfondados y sin respuestas, y Beverley puso la guinda con su sacrificio a una enorme remontada que vale un boleto para los playoffs.