Llegaron las esperadas Finales de la NBA con un pareo interesante donde cualquiera de los equipos puede llegar a ser considerado favorito, depende con el ojo que se mire.

La llegada de los Spurs de San Antonio a su 5ta final en la historia no es pura casualidad, es sinónimo de esfuerzo, dedicación y sobre todo de disciplina. Comenzando por su Coach el carismático Greg Popovich, hasta el trío de veteranos de un eficaz Tony Parker, un rejuvenecido Tim Duncan y el siempre escurridizo Manu Ginobili.

De antemano se conoce que Parker le hará mucho daño a la defensa del Heat con sus mortales penetraciones y fugaces pases, también que San Antonio aunque no tan fuerte y rudo que los Indiana Pacers, aún así deben hacerle la vida dura a Miami en la pintura.

San Antonio tiene la veteranía en su sangre, pero a ella le han sumado un gran núcleo de jugadores jóvenes (Kawhi Leonard, Tiago Splitter y Danny Green…entre otros) que están entregados 100% a la ética de trabajo duro y defensa de la admirada franquicia.

La defensa de San Antonio no es una leyenda urbana, este equipo llega a la final gracias a grandes ajustes ante peligrosos equipos como Golden State y Memphis. Dos series que muchos analistas no les daban a sobrevivir. Pero queda probado una vez más, que Popovich y su tropa tienen el talento de ajustarse a su oponente juego a juego y que siempre y cuando cuenten con salud, hay que creer en su capacidad de ganar todas las noches.

Pocos turnovers, gran puntería y ataque de triples, sangre fría en momentos claves…, capacidad de controlar el 'tempo' de juego…eso y muchos más traen a la mesa los San Antonio Spurs en esta final.

Por otra parte el Campeón Defensor Miami Heat viene de una serie difícil, donde físicamente fueron sometidos al mollero de unos hambrientos y aguerridos Indiana Pacers. El jugador más consistente de esa dramática serie lo fue LeBron James, que por más que anote y haga de las suyas no podrá vencer sólo a este equipo de los Spurs.

San Antonio es un gran equipo, mucho más talentoso y profundo que Indiana pero no tan 'patrullero en la pintura' como los Pacers. Es ahí que entra una gran oportunidad de 'reivindicación' para los inconsistentes Dwayne Wade y Chris Bosh, que podrán jugar más libres y volver a sus naturalezas ofensivas.

Miami y su coach Eric Spoelstra no deben caer presos del momento y dejarse engañar por el sube y baja de 'tempo' de los Spurs, donde sin hacer mucho ruido les pueden hacer jugar a su manera, algo que ante un equipo veterano y que ejecuta bien, es sumamente peligroso.

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