Al cumplirse 60 años de la fundación de la orquesta, NotiCel les presenta el Top 10 de los discos grabados por "la universidad de la salsa" desde su creación

Analizar las grabaciones de una orquesta que cumple 60 años de fundada y que tiene más de 50 producciones discográficas producidas ciertamente no es tarea fácil. Mucho menos seleccionar las 10 que podrían considerarse las más importantes.

Los discos de El Gran Combo pueden ser tan variados entre sí que las listas de los Top 10 que puedan hacer los fanáticos pueden ser muy diferentes, aún siendo personas de la misma generación.

En reconocimiento al legado musical de El Gran Combo, NotiCel hizo una selección basada en diversos factores, entre ellos, el impacto histórico, la instrumentación, el contenido musical y las estrategias de mercadeo utilizadas.

He aquí nuestro Top 10 (en orden cronológico):

Menéame los mangos (1962) – La importancia histórica de esta producción es sencilla: fue la primera. Con este disco comenzó la historia de esta orquesta respaldada por el sello disquero Gema, cuyos productores decidieron darle una ayuda trayendo al cantante dominicano Joseíto Mateo para la parte vocal. Mateo era un artista reconocido y le iba a ser más fácil a la disquera promover y vender ese disco, una estrategia de mercadeo que siempre se ha utilizado en la industria disquera. En cuanto a la música, era obvio que el nuevo grupo buscaba llenar el espacio que había dejado el combo de Cortijo. Además de que eran prácticamente los mismos músicos de Cortijo, el concepto y arreglos musicales eran muy similares y encontraron una disquera que los apoyara en su propósito. Temas pueblerinos y de contenido jocoso, ritmos variados y la voz en falsete de Eddie Pérez en el coro establecieron su estilo desde el inicio. Resaltan los temas ‘Menéame los mangos’, ‘Mira a ver si puedes’ y la bomba ‘A la verdegué’.

El Gran Combo en Navidad (1965) – Este fue el primer disco de concepto publicado por el combo. Eso significa un disco con un concepto o tema principal, en este caso la Navidad. Después vinieron discos de boogaloos, de tangos, otros navideños y recopilaciones particulares. Para cuando salió este disco, El Gran Combo ya era una de las orquestas preferidas del público bailador y tenía una gran exposición en radio y televisión. También era una de las agrupaciones del sello Gema que más discos vendía así que no era descabellado intentar un disco de concepto. El resultado fue una producción que dejó clásicos como ‘Alegría y paz’, ‘La cabeza del lechón’ y ‘Viva Navidad” y que todavía sigue vendiéndose bien en cada periodo navideño. Desde entonces, ese disco sirvió de norte para producciones navideñas de otras orquestas y fortaleció la base discográfica del grupo liderado por Rafael Ithier.

Estamos primeros (1970) – El final de la década de los 60 golpeó muy duro a la orquesta. Su contrato de televisión -para presentaciones diarias en “El show de las 12”- fue cancelado y la disquera Gema no quiso renovar el contrato de grabación con la orquesta, motivada por la baja en popularidad del grupo, por lo que todo parecía ser el final de la aventura. Pero el ánimo de los músicos no cedía y el proyecto de El Gran Combo valía tanto la pena como para realizar sacrificios mayores. Así lo entendió Andy Montañez, quien hipotecó su casa para crear y financiar el sello EGC, lo que significaba que el colectivo produciría sus propias grabaciones e invertiría en ellos mismos. Con mucho esfuerzo salió este primer disco y se convirtió en símbolo de que El Gran Combo no se rendiría fácilmente ante las adversidades. De paso, nos dejó clásicos como ‘Por el pecho no’ y ‘Sube, nene, sube’ (dedicado al famoso programa televisivo de esa época producido por Luis Vigoreaux) y el comienzo de una mayor presencia de Andy -como solista- en las grabaciones.

De punta a punta (1971) – Comenzaba a expandirse por todo el Caribe y América Latina el nuevo estilo de música tropical que se daba a conocer como “salsa”. La variante neoyorquina ofrecía unos arreglos musicales arrolladores basados principalmente en el sonido grave del trombón y Rafael Ithier, previendo que ese sería el sonido que podría expandirse al mundo entero, integró por primera vez un trombón a su sección de vientos. Para ello contrató a un joven trombonista de nombre Epifanio “Fanny” Ceballos y con este disco la sección de vientos del combo comenzó a sonar mucho más fuerte y profunda. Ahora con dos trompetas, dos saxofones y un trombón habría más amplitud y posibilidades con los arreglos musicales que produciría Ithier, lo que le dio un cambio sustancial al sonido de la orquesta. Otro cambio auditivo importante que comenzó con esta producción fue la eliminación de la voz en falsete de Eddie Pérez en los coros. En ese aspecto, el combo también se creció aquí con el trabajo de Paquito Guzmán en los coros, junto a las voces de Andy y Pellín. El mayor clásico de esta producción fue ‘Don Goyo’, pero también se escucharon muy bien en la radio ‘Achilipú’, ‘Tiembla’ y ‘Le dicen papá’. Fue la segunda producción del combo para su sello EGC.

Internacional (1977) – Sé que este álbum no es uno de los de más ventas, pero eso no borra su gran importancia. Mucha gente lo rechazó en su momento porque era el primer disco sin la voz de Andy Montañez -y pensó que era el final de la orquesta- pero precisamente ese es hoy uno de sus atractivos. Por primera vez, un disco del combo no tenía la voz ni de Pellín ni de Andy lo que representa la primera grabación del dúo Charlie Aponte-Jerry Rivas, el que más tiempo estuvo y el de mayor éxito internacional. Aponte, al ser el “senior”, tuvo el mayor peso de la grabación, pero el debut de Rivas no pasó desapercibido, principalmente con el tema ‘Buscando ambiente’, que muchos piensan que fue dedicado a Montañez. También se escucharon bastante ‘Que falta de respeto’ y ‘Cuando el hombre quiere’. Se grabó para el sello EGC.

Aquí no se sienta nadie (1979) – Ya con el trombón como parte integral del “brass” de la orquesta, la cercanía de una nueva década requería una nueva actualización del sonido de las grabaciones a medida que nueva tecnología se hacía disponible. Esta grabación es el “eslabón” entre el sonido grande con acústica y el sonido más recogido y sin eco que caracterizó al combo desde 1980 en adelante. Es decir, este fue un disco de transición. La transformación se completó en la producción del año siguiente, pero ya fuese una decisión de los ingenieros de sonido de Combo Records o una petición de Ithier, lo cierto es que esta primera producción con el sello Combo comenzó a actualizar la calidad de las grabaciones de la orquesta. El disco con la famosa carátula de la silla verde fue un éxito arrollador en difusión y ventas por lo que fue merecedor de un Disco de Oro. Nos dejó clásicos como ‘Brujería’, ‘Así son’, ‘Nido de amor’, ‘Los celos de mi compay’ y ‘Mujer boricua’ que nos abrieron la puerta a la época más exitosa de la orquesta acompañados de las voces de Charlie Aponte y Jerry Rivas (y Papo Rosario desde el año siguiente). Como dato curioso, Ithier ha dicho en varias entrevistas que este disco es su favorito de todos los tiempos.

Nuestra música (1985) – El cuarto disco navideño del combo fue un éxito sin precedente, superando en trascendencia los tres anteriores, y aún hoy es uno de los más solicitados en la época navideña. Ya en los años 80 sacar dos discos el mismo año constituía un riesgo y el combo hacía varios meses que había publicado el LP “Innovations”. El éxito arrollador del tema jíbaro ‘La loma del tamarindo’, uno de los clásicos que dejó “Innovations” puso en bandeja de plata la idea de otro disco navideño, el primero con el sonido de los 80. ‘La fiesta de Pilito’ y ‘No hay cama pa’ tanta gente’ se convirtieron en éxitos instantáneos. ‘El arbolito’ y la nueva versión de ‘Desenfunda’ también contribuyeron a hacer de esta producción una de las más conocidas de toda la discografía de la orquesta. Este disco también fue importante porque ese año fue parte de un grupo de grabaciones navideñas que se apartó de la temática de doble sentido, que dominó la música navideña boricua desde mediados de los 70, y presentó música apta para todos los públicos.

Ámame (1989) – Aunque El Gran Combo había demostrado que siempre se adaptaba a los ritmos y tendencias de moda (boogaloo. pata pata, pachanga, sonido del trombón, etc) la moda de la salsa erótica no entró fácilmente en la orquesta. Si tomamos el año de 1987 como el del “boom” de la salsa erótica, no es hasta dos años después que el combo sucumbe a la moda de los temas subidos de tono y las carátulas con modelos en poca ropa. El tema principal, que da título a la producción, es una composición de Palmer Hernández, quien en ese momento ya había tenido varios éxitos de tema erótico. Pero los demás, son realmente temas románticos que no caen en la categoría “eróticos”. ‘Ámame’ fue un gran éxito, pero ‘Aguacero’ también se convirtió en clásico. Así que el combo cumplió con la moda con una canción y una carátula, aunque de todas maneras puede decirse que, para muchos, este ha sido el disco más romántico de la trayectoria del grupo. Otra producción de Combo Records.

40 aniversario – En vivo (2002) – Este es otro disco de concepto, pero no muchos grupos u orquestas se atreven a producirlos. Este es el primer álbum en vivo -y único hasta hoy- del combo, producto de los conciertos que realizó la orquesta en abril de ese año -en celebración de su 40 aniversario- en el coliseo Rubén Rodríguez de Bayamón, Puerto Rico. Los dos conciertos, vendidos a capacidad, contaron con artistas invitados como Gilberto Santa Rosa, Andy Montañez y Andrés Jiménez. Aunque son dos cds, la orquesta recurrió a la estrategia de los medleys o popurrís para incluir la mayor cantidad de éxitos posible más el estreno del tema conmemorativo ‘Son 40’. Fue muy buena la selección de los éxitos incluidos en los medleys, al igual que la calidad de sonido, un elemento importante en una grabación en vivo. Han sido muchos los premios ganados y reconocimientos otorgados a esta orquesta, pero puede resaltarse que esta producción fue la primera de este grupo en ganar el reconocido premio Grammy Latino en la categoría “Best Salsa Album”. De igual manera, fue nominado para el Grammy estadounidense en la categoría “Best Tropical Latin Album”. Fue distribuido bajo el sello BMG.

Alunizando (2016) – Adaptándose nuevamente a los parámetros de la industria disquera y musical de la segunda década del siglo 21, El Gran Combo publica por primera vez un álbum en el que la mayoría de los temas incluidos ya habían sonado en la radio al momento de llegar de manera física a las tiendas. Desde comienzos de esa década la tendencia en la música en general es que un artista publique dos o tres sencillos cada año y muchos no han sacado una producción en formato físico hace años. El combo se ajustó a esa tendencia, pero no olvidó a los que estaban acostumbrados a tener en sus manos el CD. El resultado fue un disco del que, cuando salió, casi todos los temas ya eran conocidos. ‘Tiene que haber de to´, ‘Yo soy tu amigo’, ‘Arepa con bacalao’ y ‘Sácame el zapato’ fueron algunos de los temas publicados de antemano. Otro elemento importante e histórico de “Alunizando” es que fue producido bajo su propio sello EGC, algo que no sucedía desde 1978 cuando salió el LP “El Gran Combo en Las Vegas”, luego del cual la orquesta firmó contrato con Combo Records. Este disco también marcó el debut discográfico del cantante Anthony García tras la salida de Charlie Aponte dos años antes.

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