La culpa la tiene el trap?
Por sus ritmos pegajosos y su lírica considerada subversiva, el genero urbano --en forma del reggaetón y ahora el trap-- ha recibido el desden de las masas por considerarlo un detractor social.
El asesinato de 25 mujeres en este año a manos de sus parejas o exparejas hombres --algunos de ellos miembros del Negociado de la Policía--, desató un mar de suposiciones, entre ellas la afirmación de que los asesinos escuchaban estos generos y por eso cometían estos actos.
Parte de la justificación yace en que la mayoría de los exponentes de este genero urbano son hombres que cantan sobre el sexo, las drogas y las armas de fuego.
'La gente tiende a hacer asociaciones de esto, la música o la televisión y los videojuegos y comportamiento social, cosa que es falsa como si lo que consumimos automáticamente te hace la persona que eres en vez de mirar cuáles son los problemas estructurales que impulsan a los hombres a que sean violentos o que maten a las mujeres', señaló Verónica Dávila Ellis.
Dávila Ellis es candidata doctoral de Northwestern University y se especializa en estudios de sonido y performance en mujeres y mujeres queer en República Dominicana. Tambien ha realizado estudios sobre el reggaetón y las mujeres en Puerto Rico a modo de fomentar la discusión en la academia sobre estos generos.
'Eso no es la música, ni es la película ni es el videojuego. Es la sociedad, un patriarcado que estamos perpetuando en otras áreas. Eso [la decodificación] la aprendes en tu casa, con la gente que convives y en otros lados, no en la música. Si fuera por eso, entonces yo sería millonaria. Si lo que yo consumo va a determinar quien yo soy, yo no fuera esta persona', explicó la experta.
Según Dávila Ellis, hay cuatro razones principales por las cuales se censuran estos generos:
Racismo: 'Esta música viene de los barrios de Puerto Rico, está hecha por exponentes que son afroboricuas, de barrios marginales, clase trabajadora y pobre y de barrios, además, dominicanos. Esa es la realidad que ellos reflejan en la música y ese es como el imaginario que cargan cuando producen la música y cuando la oímos. Entonces hay algo de racismo cuando se le critica al reggaetón por lo que sea, pero no se le critica a la balada o al rock o a lo que sea. Eso le pasó a la salsa tambien, cuando sale en los 60 y 70, las clases medias y la clase alta y la gente blanca puertorriqueña la odiaba y la criticaba porque era música negra'.
La lírica: 'En la salsa hay canciones de Hector Lavoe donde dice pegale y dale y hay mucha violencia. Esos son dos o tres que gente ignora. Más se habla de sexo y seducción como el reggaetón, pero el reggaetón es súper directo sobre ello. El trap es directo, al trap no le importa codificar en terminos románticos o en metáforas que la salsa sí lo hizo, especialmente en los 80, que la balada lo hace, que el rock tambien lo hace'.
Base electrónica: 'Hay el estigma de las músicas con base electrónica, músicas digitales, mientras que la salsa y el rock y la balada hay instrumentos. La gente toca instrumentos. El reggaetón es música digital, el underground era sampling, cogían la canción que hicieron en Jamaica de dance hall, ponlo, mezclalo con otro y canta por encima. Entonces, siempre se han visto las músicas populares por un lado y las músicas digitales como inferiores, como que esta gente no tiene arte, no tienen talento, no saben lo que hacen'. De acuerdo a Dávila Ellis, dentro de este estigma existe una capa adicional en la cual se valora más al músico que toca guitarra o piano, pero se olvida que detrás de una canción de reggaetón hay un equipo de trabajo en un estudio que mezcla sonidos, canciones y forman una composición.
Violencia: 'La realidad es que hay canciones muy violentas hacia las mujeres, por más que queramos defender a los generos no podemos negar que hay canciones que empujan los límites; en tratar de ser tan contestatario y radicales, se pasan. Entonces desafortunadamente, la mezcla de todas estas razones con una canción que sea explícitamente violenta hace que todo el genero se le punte como el mal de la sociedad'. Según Dávila Ellis, tradicionalmente ha resultado más fácil apuntar hacia la música, la televisión y los videojuegos como el detrimento de un comportamiento social, sin mirar hacia los problemas estructurales que impulsan la violencia.
Pese a sus líricas, el genero urbano ha revolucionado la música global, siendo Puerto Rico la cuna de sus exponentes más populares como Daddy Yankee, Ivy Queen, Bad Bunny y Ozuna, artistas que han roto records en las plataformas de 'streaming'.
Sin duda, este genero es atractivo para muchos por la inexistencia de límites a la hora de hablar de la sexualidad o de situaciones que afectan el entorno de los cantantes, ligados en gran medida a los barrios, la clase trabajadora, los pobres y marginados, y la comunidad afropuertorriqueña.
Trap y Reggaetón: la revolución femenina, el playlist
Al presente existe más de un puñado de mujeres exitosas cantando reggaetón y trap, quienes se unen a sus contrapartes masculinas para abordar sus experiencias en el sexo, la calle y sus vidas en general. Tanto a nivel local como internacional, la mejor manera de entender su acercamiento hacia los temas predominantes en estos generos urbanos es escuchando su música.
Por los pasados días, NotiCel ha explorado la presencia femenina en estos generos y sus experiencias. Por eso, hemos recopilado una muestra del trabajo de estas artistas en un viaje musical que va desde Puerto Rico y República Dominicana, hasta Colombia y España; desde los comienzos con Ivy Queen y el impulso de La Materialista, hasta los 'hits' radiales de Becky G y la revolución española de Rosalía.
¡Escúchalas!
Verónica Dávila Ellis es candidata doctoral de Northwestern University y se especializa en estudios de sonido y performance en mujeres y mujeres queer en República Dominicana. (Nahira Montcourt / NotiCel)