Israel declara guerra y promete ataque sin precedentes contra la Franja de Gaza
Las sirenas antiaéreas siguen sonando en Tel Aviv y Jerusalén.
Jerusalén.- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, confirmó este sábado el estado de guerra en su primera intervención pública tras el sorpresivo ataque por tierra, mar y aire de milicianos palestinos contra Israel desde la Franja de Gaza, que ha dejado al menos tres muertos y cientos de heridos en ambos lados de la frontera.
"Ciudadanos de Israel, estamos en guerra. No en una operación, no son rondas de combates, es una guerra", indicó Netanyahu en un video difundido en sus redes sociales.
"Estamos en guerra y la ganaremos", recalcó, horas después del inicio del ataque de Hamás, considerado un grupo terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea.
"Ordené, en primer lugar, que se desalojaran las comunidades en las que se habían infiltrado terroristas. Esto actualmente se está llevando a cabo. Al mismo tiempo, he ordenado una amplia movilización de reservas y que devolvamos el fuego de una magnitud que el enemigo no ha conocido. El enemigo pagará un precio sin precedentes", añadió.
Israel bombardeó por aire varias instalaciones de Hamás en la Franja de Gaza como inicio de su operación "Espadas de hierro", en respuesta al ataque sorpresa que el grupo islamista lanzó esta mañana hacia territorio israelí bajo el nombre de operación "Tormenta de Al Aqsa", y que ha incluido el lanzamiento de miles de cohetes y la incursión de milicianos armados por tierra, mar y aire dentro de territorio israelí.
De momento, se ha confirmado la muerte de una mujer israelí y decenas de heridos del lado israelí; mientras que en Gaza han muerto dos palestinos y se reportan varios heridos.
Las milicias de Gaza siguen lanzando cohetes en estos momentos y las sirenas antiaéreas no han dejado de sonar en toda la mañana en la ciudades del sur y centro de Israel, incluido Tel Aviv y Jerusalén.
En Jerusalén, las calles están desiertas de civiles, muchos de ellos resguardados en refugios blindados, mientras numerosas tropas de policías patrullan e inspeccionan minuciosamente las calles, parques y estacionamientos de centros comerciales.