Guerra de Ucrania: entra en escena el tema nuclear
Las expresiones del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre el Armagedón cambió el imaginario del conflicto y se pasó de uno de ansiedad a otro del terror.
La guerra de Ucrania pasó a otro nivel, considerando las últimas expresiones del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acerca del Armagedón y que motivaron a que el imaginario del conflicto bélico, que el próximo 24 de octubre cumple ocho meses, haya pasado de la ansiedad al terror.
Al menos así lo piensa el profesor y analista internacional José Rivera, quien en entrevista con NotiCel calificó de "desafortunadas" las expresiones de Biden sobre el Armagedón (guerra nuclear a gran escala, en cadena, que supondría el fin de la humanidad): “Hay una nueva etapa en el conflicto en el sentido de que el presidente de los Estados Unidos, al declarar la posibilidad de un Armagedón, cambió el imaginario de uno de ansiedad a uno del terror”.
“Las declaraciones fueron desafortunadas, sobre todo porque los indicios del Departamento de Defensa y su aparato de inteligencia militar han indicado que no ha habido un cambio sustancial en términos de la movilidad de las fuerzas estratégicas, me refiero a las fuerzas nucleares rusas. Sí lo que vemos es un reclamo de esa derecha ultranacionalista rusa, que clama, por ejemplo, por el uso de armas nucleares tácticas, más pequeñas, para detener el avance del enemigo y neutralizarlo en el campo de batalla. Pero en el terreno de batalla no ha habido un cambio sustancial”, aseveró.
Sin embargo, admitió que “la posibilidad (de una guerra nuclear) siempre existe. El escenario nuclear siempre va a existir, pero realmente creo que aún dentro del frenesí que existe dentro del Kremlin y en la mente de Putin, la opción nuclear no está contemplada, a menos que Rusia, el Kremlin y Putin se sientan extremadamente acorralados. Pero obviamente, al haberlo anunciado (lo del Armagedón), es el presidente de Estados Unidos y su opinión tiene mucho peso. Su opinión va a rendir algún tipo de credibilidad a lo que dice, por eso, como ente habilitado de poder, cuando dice estas cosas la gente va a prestar atención y va a crear un sentimiento de ansiedad colectiva entre los múltiples públicos y, obviamente, el estadounidense, porque en el peor de los escenarios, que es el nuclear, no sabemos si Estados Unidos se va a haber obligado, probablemente, a intervenir de manera directa. Y entonces ahí sí nuestros grandes temores se hacen realidad, que es el de una guerra a escala global y nuclear”.
Ocho meses de guerra
Mientras, la Guerra de Ucrania cumple el próximo 24 de octubre ocho meses “y los signos de fatiga y desgaste son evidentes en ambos lados. Es más aparente en Rusia, por todos los informes de inteligencia. Por ejemplo, la inteligencia británica que ha sido muchísimo más exacta y efectiva tiene informes diarios que son bastantes detallados, así como escuetos. Y obviamente los reportajes periodísticos, de un lado y de otro, que salen diariamente, evidencian la fatiga rusa. En el caso de Ucrania es menos evidente, porque hay mucha motivación de parte de los ucranianos y de aquellos que los apoyan, por los avances que han tenido en el campo de batalla”, acotó el experto.
Pero, expuso Rivera, “siempre está la cuestión de que, proporcionalmente hablando, Rusia tiene recursos ilimitados en virtud de la cantidad de su población, no así Ucrania. Por cada soldado ucraniano que matan, pues es uno menos que tienen para combatir y obviamente la capacidad de reemplazo no la tienen, como por ejemplo Putin, que llamó a reservistas y llamó a una movilización parcial en la que ya tiene 300,000 personas disponibles que no han huido o no han tenido otra alternativa que acceder al llamado”.
En cuanto a las diferencias en el campo de batalla, declaró que se deben a varios factores: “Dos principales, la inefectividad rusa y la efectividad brutal de los ucranianos en el campo de batalla. La primera evidencia que es evidente para todo el público que observa este conflicto es el hecho nada más de que los rusos no pudieron dominar todo el territorio ucraniano desde el principio, a pesar de tener la superioridad numérica en términos de fuerza, lo que ya es indicio de que tienen un problema enorme en términos de la logística y las capacidades de las fuerzas armadas rusas en el terreno de combate. Obviamente toda la información que sale de Ucrania se coge con pinzas porque la primera baja de la guerra es la verdad”.
Añadió que “el hecho de la superioridad numérica no es nada en el caso de los rusos comparado con el hecho de que una buena parte de su ejército no es profesional. Tenemos un ejército de conscriptos, del servicio militar obligatorio, es decir personas que sirven porque tienen que hacerlo, están obligados, y eso obviamente incide en la motivación de esa persona. Y el ejército de profesionales que hay es muy inefectivo, tiene limitados recursos en armas y transporte, porque no ha habido inversión considerable en términos de defensa y tampoco tiene una clase de oficiales y estado mayor efectivos, que son muy corruptos y están ahí por una cuestión política. Y eso resulta en los fiascos que hemos presenciado en el campo de batalla”.
Explicó que “la efectividad de los ucraniamos en el campo de batalla, más allá de la motivación que tienen los ucranianos de defender su propio territorio porque los rusos quieren violentar su soberanía nacional, tiene que ver porque entre 2014 y 2022 han habido ocho años en que la OTAN y Estados Unidos han brindado apoyo técnico y adiestramiento a las fuerzas armadas ucranianos y esto es el otro elemento clave en este conflicto. Esto les ha permitido, por ejemplo, mantener a los rusos a raya durante el verano y tener resultados bastante favorables en la contraofensiva que comenzaron a final de este verano y les ha hecho ganar territorio en el norte y el noreste, y han hecho retroceder a los rusos parcialmente en el sur”.
Advirtió que la guerra, por su extensión en el tiempo, está pasando a un segundo plano mediáticamente y “la atención del público, de los múltiples públicos, o de la opinión pública internacional, se hace menor. Y el otro reto que tienen los ucranianos es de mantener el espíritu de apoyo a nivel internacional y que está empezando a mermar, a menoscabarse, por el hecho de que ya estamos en otoño y se está acercando el invierno”.
Invierno, clave en las guerras
Sobre el invierno, el profesor comentó que históricamente es un elemento clave en las guerras y Europa comienza ahora a afrontar el suyo.
“Los europeos están haciendo malabares para poder mantener el frío a raya, porque se acerca el invierno y hay que encender la calefacción, y simple y sencillamente hay países que dependen, una parte sustancial, críticamente importante, del gas natural ruso, que han cerrado sus gasoductos e incluso hemos visto sabotaje de algunas de las líneas”, informó.
Según el profesor, “a pesar de que tienen reservas (los europeos), no estamos seguros de que los patrones de consumo de los europeos o la exhortación a conservar gas tenga impacto en el público, en los consumidores europeos. Y a medida que el frío vaya penetrando en las casas de los europeos, va ir mermando esa voluntad de apoyo que hay dentro de Europa y, obviamente, eso incidiría en el ánimo de los ucranianos, no sabemos cuánto, empezaremos a verlo a medida que el invierno se vaya colando”.
“El invierno marca también una diferencia en el hecho de que siempre hay estancamientos en términos del avance, y es mucho más frío, no solamente a nivel climático, sino que también incide en el ánimo de la gente que lo experimenta, más aún si vas a experimentar un invierno crudo o semicrudo, porque no tienes calefacción o estás a la intemperie, como están muchos ucranianos, porque han perdido sus propiedades o tienen sus casas, pero sus ventanas están destruidas y el frío se cuela en su espacio íntimo. Es una variable importante a considerar y ya está entrando en juego, porque ya las temperaturas están bajando en toda la extensión del continente europeo”, vaticinó.