‘Alianza público privada’ gigante en emergencia nacional de EE.UU. por el coronavirus
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este viernes una "emergencia nacional", lo que le permitirá desbloquear hasta 50,000 millones de dólares en fondos federales para combatir el coronavirus, horas antes de la entrada en vigor de la prohibición de viajes desde países europeos.
"Para dar rienda suelta al poder del Gobierno federal, hoy declaro una emergencia nacional, dos grandes palabras", dijo Trump durante una rueda de prensa en la rosaleda de la Casa Blanca.
Con esta medida "se abrirá acceso a hasta 50,000 millones de dólares" en fondos federales, que el mandatario describió como "una gran cantidad de dinero para los estados, territorios y localidades" para luchar contra el COVID-19.
Trump también ha solicitado al secretario de Energía, Dan Brouillette, la compra de "grandes cantidades de petróleo crudo para la Reserva Estratégica" del país, para ayudar a estabilizar los precios.
"Vamos a llenarla hasta arriba", afirmó el presidente.
Con el fin de paliar la escasez de pruebas médicas para detectar el coronavirus, motivo de críticas a la actuación de la Casa Blanca, Trump anunció una alianza con el sector privado para aumentar su disponibilidad: EE.UU. tendrá "1.4 millones de tests disponibles la semana que viene y 5 millones en el plazo de un mes", aseguró, aunque dudó de que tantas pruebas puedan ser "necesarias".
Respecto a la falta de pruebas médicas, el mandatario no quiso asumir ninguna responsabilidad: "En absoluto asumo la responsabilidad porque se han dado una serie de circunstancias.... (Los test que había) no eran para este tipo de fenómenos, lo que hemos hecho es rediseñarlo muy rápido".
Esta declaración de emergencia nacional se basa en la Ley Stafford de 1988, que permite a la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, en inglés) ayudar a los gobiernos estatales y locales en caso de "catástrofe".
FEMA controla más de 40,000 millones de dólares en fondos federales aprobados por el Congreso para el alivio de desastres, que a partir de ahora podrían destinarse a ayudar a algunos de los estados más afectados, como Washington, Nueva York o California.
Trump pronunció esta rueda de prensa antes de la entrada en vigor a las 23.59 hora local de Washington DC (3.59 GMT del 14 de marzo) de la prohibición por treinta días de viajar a EE.UU. desde los 26 países europeos de la zona Schengen por la pandemia de coronavirus.
Este veto solo se aplica a pasajeros, y en ningún caso a vuelos ni a mercancías.
Preguntado por la exención del veto al Reino Unido, país que no forma parte del espacio Schengen, pero que ha registrado un aumento de casos de COVID-19, Trump no descartó incluirlo en la prohibición.
"Puede ser que lo añadamos, como a otros países, y a otros los quitemos", indicó.
En la actividad estuvieron los principales ejecutivos de la industria de la salud y del comercio al detal en los que el vicepresidente, Mike Pence, llamó una "alianza público-privada".
Mientras, en el Congreso, la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, explicó en una rueda de prensa que se espera que los legisladores aprueben este viernes un paquete para apoyar financieramente a los afectados por el coronavirus.
Según medios estadounidenses, Pelosi ha estado negociando esta semana con el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en busca del apoyo de los republicanos para que la iniciativa sea aprobada tanto por la Cámara Baja, controlada por los demócratas, como por la Alta, dominada por los conservadores, y para que reciba el visto bueno de Trump.
Esas conversaciones todavía continúan, sin que por el momento ambas partes se hayan puesto de acuerdo, informó el medio The Hill.
Pelosi detalló que esta legislación permite "pruebas del coronavirus gratis para todo el mundo que lo necesite, incluidos aquellos que no están asegurados".
"Nuestra legislación garantizar una baja pagada de dos semanas a los afectados por el virus; y para aquellos que han perdido sus trabajos estamos fortaleciendo los seguros para desempleados", dijo.
De acuerdo a los datos de los gubernamentales Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), EE.UU. ha registrado un total de 1.629 contagios y 41 muertes por COVID-19; mientras que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel global hay 132,758 casos confirmados y 4,955 fallecidos.