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Como en PR, los indignados chilenos se mueven a las asambleas de pueblo

Debaten proyectos para reiniciar el país

La informe y autoconvocada masa de personas que se manifiesta en las calles de Chile ha comenzado a canalizar su indignación mediante la organización de cabildos ciudadanos en parques, plazas, escuelas o centros culturales en los que se debaten proyectos para reiniciar el país sobre unas nuevas bases sociales, políticas y económicas.

Algunos surgen de manera casi espontánea en barrios y comunas de todo el país, otros responden a un llamado de gremios sectoriales y otros están organizados por la llamada Mesa de Unidad Social, que reúne a diversas asociaciones sociales y sindicales y que busca levantar un petitorio a nivel nacional.

Este tipo de movidas comenzaron tambien a aflorar en Puerto Rico tras la salida del renunciante gobernador, Ricardo Rosselló Nevares. Desde su salida el pasado 2 de agosto, se han llevado a cabo asambleas de pueblo en varios municipios de la isla en las cuales se ha consignado, entre otras cosas, el apoyo a una auditoría de la deuda pública de país y el rechazo a la Junta de Control Fiscal (JCF), ente instaurado mediante la Ley de Supervisión, Gerencia y Estabilidad Económica de Puerto Rico (PROMESA, por sus siglas en ingles).

'Son cabildos donde la ciudadanía se puede hacer participe de que es lo que quiere y que eso se plasme en un documento que contenga las peticiones de la gente levantadas desde las bases', dijo a Efe Belen Saavedra, que ayuda a distintos cabildos a trabajar en la metodología que recomienda Unidad Social para canalizar las demandas.

Saavedrá coordinó este jueves la organización de un cabildo en la comuna santiaguina de Ñuñoa, que reunió a unos 50 ciudadanos, que se dividieron en grupos de entre seis y diez personas para iniciar un diálogo abierto sobre la crisis chilena.

Cada grupo tuvo un moderador que coordinó una discusión sobre las causas que han generado el malestar ciudadano, las oportunidades que abre esta movilización social, las demandas prioritarias para la ciudadanía y las acciones que se pueden llevar a cabo para transformar Chile, entre ellas si es necesario una asamblea constituyente.

'En todos los cabildos se discute sobre esas mismas preguntas', puntualizó Saavedra, quien hasta el momento relevó que los mayores reclamos van por una educación gratuita y por mejores sistemas de salud y de pensiones, y que entre las soluciones se habla sobre todo de la posibilidad de votar a partir de un plebiscito por una asamblea constituyente.

Los reclamos chilenos antes mencionados no están lejos de los puertorriqueños discutidos en las asambleas de pueblo, donde tambien se ha abordado el tema de las pensiones en tiempos donde ya la JCF planteo ante la jueza de quiebras, Laura Taylor Swain, la reducción de un 8.5% a los pensionados que devengan más de $1,200 mensuales.

En Chile, el presidente de la Junta de Vecinos de la plaza Ñuñoa, Rodrigo Molina, dijo a Efe que el objetivo de los cabildos es responder a una de las demandas principales de los ciudadanos: 'participar, entregar opiniones y que nos escuchen; que vean por que se produce la crisis y que medidas necesita el país, porque la gente conoce mejor que nadie el país y su realidad'.

A partir de ahí, 'si la superestructura del país le da cabida legal a estos cabildos y finalmente vamos a un plebiscito con lo central que salga de los cabildos sería fantástico', expresó Molina.

Leandro Infante, un vecino de Ñuñoa que participó en las discusiones de este jueves, señaló a Efe respecto a los cabildos que 'despues de todos estos días de intensa actividad social y de movilizaciones tiene que haber algo que involucre un cambio dentro de la institucionalidad y que tenga un valor legal jurídico para poder hacer las transformaciones que se necesitan'.

El fenómeno de los cabildos recuerda tambien al movimiento de los llamados 'indignados' del 15M que surgió en España en 2011, que organizaba asambleas ciudadanas en plazas y calles para pedir una democracia más real y denunciar la corrupción, entre otras cosas, y que acabó siendo el germen de varias fuerzas políticas, entre ellas el partido de izquierdas Podemos.

En Chile, de momento ninguna fuerza opositora se arroga la representación de la masa social que se manifiesta en las calles pero algunos temen que pueda suceder.

Esa fuerza opositora que mencionan se reflejó en Puerto Rico, ahora no solo mediante las asambleas ciudadanas, sino previamente, en los pedidos de renuncia a Rosselló Nevares. Durante semanas, miles de puertorriqueños salieron a las calles y llegaron hasta la calle Fortaleza cada noche del mes de julio para llevar sus reclamos y exigir la salida del entonces mandatario luego de la publicación de un infame chat que lo exponía discutiendo asuntos de política pública con el cabildero Elías Sánchez Sifonte, y haciendo comentarios misóginos juntos a sus más cercanos colaboradores. La renuncia fue efectiva a menos de un mes de esos reclamos, una movida que Chile intenta emular con un nuevo actor político de 'los vecinos y vecinas' para que puedan tomar sus decisiones en una democracia más directa y no tan representativa.

En paralelo al surgimiento de los cabildos ciudadanos, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció la puesta en marcha de proceso de diálogos para canalizar las demandas sociales y poder encontrar un diagnóstico en el corto plazo.

La ciudadanía quiere marcar distancias con esa iniciativa, entre otras cosas porque ya no le cree al presidente, como dijo Molina, y porque en la base de los debates que se están generando en los cabildos se encuentra la de cambiar por completo el modelo político, social y económico de Chile.

Se trata de reiniciar el país.

'Chile no tiene vuelta atrás, Chile despertó. Hace falta un sistema nuevo de principio a fin. El pueblo de Chile está remeciendo los cimientos del país pero las autoridades parece que no se convencen de que hay que cambiar', expresó Molina.