Una investigación periodística descubrió millonarios contratos a empresas sin experiencia, y hasta vinculadas a la administración Trump.

Tal como en Puerto Rico, las agencias gubernamentales en Estados Unidos también han acudido a empresas sin experiencia o conexión -- algunas que ni siquiera han cumplido con entregar sus productos -- para adquirir equipo médico y productos esenciales como mascarillas para hacer frente a la crisis que ha traído la pandemia del coronavirus.

Según una investigación de CNN, casi uno de cada cinco contratos federales relacionados con el COVID-19 por la suma de $1 millón o más fue otorgado a una compañía que nunca había tenido un contrato con el gobierno estadounidense previo a que estallara la crisis.

CNN reporta que, entre las empresas que han ganado jugosos y multimillonarios contratos en medio de la crisis, figuran una compañía californiana, cuyos productos incluyen una botella de vodka con una pantalla LED y hasta un fabricante de tampones de Ohio, que ha mutado su línea de producción de productos menstruales a máscaras faciales, involucrándose, en el proceso, con una empresa registrada por un antiguo subjefe de personal de la administración del presidente Donald Trump.

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Como si fuera poco, tampoco han logrado entregar sus productos a tiempo. Por ejemplo, una de las órdenes que suponía entregar mascarillas de respiración tuvo que ser cancelada tras fallas en el envío.

La administración Trump se ha negado a comentar sobre los incidentes, especialmente tras conocerse que un exjefe de gabinete suyo ha sido parte del grupo que ha recibido estos contratos.

Zachary Fuentes, asistente de la administración, ganó para su compañía un contrato de $3.24 millones por mascarillas KN95 que irían a cinco hospitales y a la severamente afectada nación indígena Navajo.

Tras ser confrontado por la prensa, Fuentes, que ya había enfrentado controversias previamente por declaraciones sobre un programa que habría permitido un retiro temprano de la Guardia Costera, dijo que nadie de la Casa Blanca le había facilitado el contrato y que descartaba la posibilidad de que esa conexión le ayudara a tener la millonaria oportunidad.

El análisis de CNN descubrió sobre 18,000 contratos en el sistema federal que fueron gestionados en respuesta del gobierno a la pandemia de COVID-19 desde mediados de marzo.

De los cerca de 550 contratos por $1 millón o más, 105 fueron a compañías que no tenían ningún récord de haber tenido un contrato federal previo al inicio del año en curso. Esta cifra se traduce a casi 1 de cada 5.

No obstante, ese número podría variar, puesto que contratos como los del Departamento de Defensa, por ejemplo, sólo se hacen públicos tras demoras.

Aparte de la falta de experiencia en la industria médica o de la salud, muchas de estas compañías contratistas del gobierno tampoco pasaron por el proceso de licitación competitiva.

Según el medio, faltan detalles sobre qué investigaciones de antecedentes, si alguna, pasaron las empresas antes de ganar los contratos.

Mira el artículo orginal de CNN aquí.