El nuevo barrio en el corazón de la ciudad de NY
Calificado como el mayor proyecto inmobiliario privado de la historia de EE.UU., el imponente complejo urbanístico Hudson Yards pretende convertir una zona abandonada del oeste de Manhattan en el nuevo centro neurálgico de la ciudad con cientos de tiendas y restaurantes y miles de viviendas.
'Es como una ciudad dentro de una ciudad. Se puede comer, trabajar, dormir y divertirse. No hace falta salir de aquí', cuenta a Efe Sean Marshall, un representante de Related Companies, gran compañía inmobiliaria estadounidense y una de las responsables de este monumental proyecto que ha venido desarrollándose los últimos seis años.
Ubicada entre las calles 30 y 34 y las avenidas 10 y 11, Hudson Yards, con un coste de unos 25,000 millones de dólares, supone un giro de 180 grados para esta zona gris de Manhattan, hasta hace poco dominada por una gran explanada de aspecto industrial que servía de 'área de aparcamiento' de trenes.
Y es que las más de 4.8 hectáreas del nuevo barrio neoyorquino incluyen un centro comercial de siete plantas que suman unos 6,700 metros cuadrados de establecimientos, entre los que destaca en nuevo centro culinario español, Mercado Little Spain, de los reconocidos chefs Jose Andres y los hermanos Adrià.
Solo ese negocio reúne en más de 3,200 metros cuadrados tres restaurantes, quince quioscos, dos bares y dos tiendas que darán a conocer a Nueva York y sus decenas de millones de turistas las delicias de la cocina española.
Otros maestros de los fogones, como Thomas Keller, David Chang o Michael Lomonaco tambien han querido estar en Hudson Yards, además de grandes marcas como Coach, Kate Spade, Fendi, Patek Philippe, Rolex, Cartier, Christian Dior, Tiffany y un largo etcetera.
Sobre el centro comercial se elevan seis relucientes y espigados rascacielos, donde se concentrarán residencias de lujo y espacios para oficinas, por los que se han decidido compañías como BlackRock, Warner Media o L'Oreal EE.UU., que han instalado ahí sus sedes.
Para darle un toque singular al titánico proyecto, aparecen entre los esbeltos edificios originales estructuras como el vanguardista centro de arte 'The Shed', que cuenta con un enorme tejado móvil, y la escultura 'The Vessel' (La Nave), uno de los que más atención se ha llevado y que se espera se convierta en otra de las atracciones de la ciudad.
De más de 45 metros de alto y que ha costado unos 200 millones de dólares, se trata de una compleja escalera en espiral de materiales brillantes compuesta por más de 2,500 peldaños que conduce a sus visitantes a ninguna parte, idea del diseñador británico Thomas Heatherwick.
Los inicios del titánico proyecto surgieron hace cerca de dos decadas, en 2001, cuando las autoridades se comenzaron a plantear la idea de darle un aspecto completamente renovado a la descuidada zona como parte de la candidatura de los Juegos Olímpicos de 2012.
Así, la zona fue recalificada en 2005 para poder llevar a cabo la construcción de infraestructuras, y aunque el sueño olímpico se quedó por el camino, Related Companies y Oxford Properties Group plantearon la revitalización de la zona con este enorme estructura inmobiliaria.
Se espera que Hudson Yards, que se inaugura oficialmente esta semana pero que en parte sigue en construcción, genere unos 19,000 millones de dólares en impuestos para la ciudad de Nueva York, además de 55,000 nuevos puestos de trabajo, más del doble de los 25,000 de los que hablaba Amazon cuando anunció su llegada a la Gran Manzana, que finalmente abortó.
Son esos números los que han dado popularidad al proyecto, aunque en total, entre ayudas del gobierno y exenciones fiscales, se ha llevado unos 6,000 millones de dólares, según un estudio reciente de la Universidad New School.
La cifra se sitúa muy por encima de los 3,000 millones de dólares que Nueva York había ofrecido en incentivos a Amazon, y que levantaron tal polvareda que llevó al gigante de ventas online a recular, pero el apoyo económico a Hudson Yards ha pasado prácticamente inadvertido.
Por los alrededores del complejo, abarrotado estos días de obreros que pulen paneles metálicos de la fachada y limpian ventanas, los vecinos parecen más que satisfechos con Hudson Yards, que dicen revitalizará una de las pocas zonas olvidadas de la saturada Manhattan.
'Hemos estado aquí los últimos 4 años y hemos visto cómo se ha ido construyendo. Es fantástico, hay mucha más vida, y no he oído a nadie que hable mal de este avance', comenta a Efe Lisa Catalano, dueña de una camión de comida ambulante, que considera que el nuevo centro comercial y sus restaurantes no son competencia directa.
Para los que quizás Hudson Yards sí que sea competencia es para otros distritos centrales de Manhattan, donde hasta ahora se ha centrado buena parte de la actividad comercial de la Gran Manzana.
'Yo siento pena por Midtown', dice a Efe en tono jocoso Marshall, el representante de Related Companies, en referencia a la reducción de visitantes que podría registrar la zona central de Manhattan, que cuenta con atractivos como Times Square o Broadway.
Queda por ver en los próximos años si este nuevo y moderno barrio será realmente capaz de enamorar a los turistas y neoyorquinos de pro, y desbancar a otras míticas zonas de la Gran Manzana como la financiera Wall Street, la distendida Central Park o la lujosa Quinta Avenida.