ONG israelí dice que Israel ya ocupa el 36% de Gaza y advierte de "limpieza étnica"
Desde el pasado 2 de abril, Israel no permite la entrada en la Franja -de la que controla todos los puntos de acceso- de ningún suministro.
Jerusalén (EFE).- La ONG israelí 'Rompiendo el Silencio', formada por exsoldados y reservistas opuestos a la ocupación israelí, dijo este miércoles que el Ejército israelí ya ocupa alrededor del 36% de la Franja de Gaza y alerto de que se está produciendo una "limpieza étnica a gran escala".
"La llaman 'zona de amortiguación' por razones de seguridad, pero este área ahora cubre alrededor del 36% de toda la Franja. Hacerla permanente significa una cosa: limpieza étnica a gran escala. Nunca se trató de seguridad, sino de control. El desplazamiento y la destrucción no crean seguridad", dijo esta ONG en un comunicado en sus redes sociales.
Su mensaje se produce poco después de que el ministro israelí de Defensa, Israel Katz, reiterase en un comunicado que las tropas permanecerán en las denominadas como "zonas de seguridad" ocupadas por el Ejército en la Franja de Gaza, incluso si se alcanza un acuerdo de alto el fuego.
"El Ejército permanecerá en las zonas de seguridad como un amortiguador entre el enemigo y las comunidades bajo cualquier acuerdo en Gaza, temporal o permanente", indicó Katz en un comunicado, similar a lo que el Ejército ya hace en Líbano o Siria.
El perímetro de seguridad, que Israel ha ensanchado durante la guerra -además de destruir en él cualquier edificio e infraestructura-, bordea todo el enclave palestino, pero también ocupa dos áreas militares -el Corredor Netzarim en el centro y el Eje Morag- y ahora también toda la zona sureña de Rafah.
En un mensaje posterior en X, Katz insistió en que van a seguir sin entrar camiones con ayuda humanitaria en Gaza como "herramienta de presión", lo que organizaciones como el Programa Mundial de Alimentos dicen que ponen a cientos de miles de gazatíes al borde de la hambruna.
Desde el pasado 2 de abril, Israel no permite la entrada en la Franja -de la que controla todos los puntos de acceso- de ningún suministro: tanto agua como alimentos, pero tampoco combustible, tiendas de campaña, utensilios o medicamentos; lo que ONGs como la israelí Ghisa califican de "crimen de guerra".