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Para pelos: abre en Vannes el mayor juicio de pederastia de Francia con 299 víctimas de un cirujano

De los adolescentes los abusaba en los quirófanos, cuando estaban todavía bajo los efectos de los anestésicos y siempre evitando ser visto por otros compañeros que asistían a las operaciones.

La sala del tribunal de Vannes donde se juzga al médico Joel Le Scouarnec.
Foto: TERESA SUAREZ

FRANCIA — El mayor juicio de pederastia de Francia abrió este lunes en la ciudad bretona de Vannes, donde el cirujano Joël Le Scouarnec, actualmente de 74 años, se sienta en el banquillo de los acusados por supustos abusos sexuales y violaciones a 299 pacientes menores de edad entre 1989 y 2014.

Además del elevado número de víctimas, de una edad media de 11 años, el caso tiene una segunda dimensión, la de las disfunciones en el sistema sanitario que permitieron a este cirujano actuar durante más de 30 años en varios hospitales y clínicas, públicos y privados, del oeste del país, sin que fuera alejado de los menores pese a numerosas señales de alerta.

Varias asociaciones de defensa de los menores se manifestaron a las puertas del tribunal, al que el acusado, que cumple prisión por otros casos de violación cometidos en su ámbito familiar, llegó en medio de unas estrictas medidas de seguridad con una amplia escolta.

"La mayoría de las violaciones escapan al castigo de la ley. Pedimos que se escuche y se crea a las víctimas y que las instituciones pongan los medios necesarios para que toda esta violencia, estos horrores, estas atrocidades acaben de una vez por todas", dijo la portavoz del colectivo de defensa de los menores Solidaire 56, Morgane Guessant.

"Yo solo quiero que (Le Scouarnec) reconozca lo que ha hecho y que pague por ello", explicaba entre lágrimas el padre de Mathis, que se suicidó catorce años después de haber sido en 2007 una de las víctimas del médico cuando tenía solo 10 años.

El proceso contra Le Scouarnec, que se celebra pocos meses después del de Gisèle Pelicot, violada por su marido y por decenas de hombres mientras estaba drogada, ha levantado una enorme atención mediática en Francia, con casi medio millar de periodistas acreditados.

El cirujano puede ser condenado hasta a 20 años de cárcel por varios delitos, muchos de los cuales él mismo ha reconocido y otros han sido sacados a la luz por una escrupulosa investigación basada en los diarios que minuciosamente rellenaba con sus agresiones y abusos.

En esos diarios, en los que narra caricias, felaciones, penetraciones con los dedos, entre otras cosas, Le Scouarnec reconocía ser un "exhibicionista, 'voyeur', sádico, masoquista, escatológico, fetichista, pedófilo", y aseguraba "ser muy feliz" con todo ello.

Los diarios se encontraron en 2017 durante el registro de su casa después de que la hija de unos vecinos, de 6 años, denunciara una violación, que destapó la vida criminal que llevaba el médico, que de puertas para afuera contaba con muy buena reputación entre sus compañeros.

Y eso pese a que en 2005 fue condenado a cuatro meses de prisión exentos de cumplimiento por tenencia de material pedo-pornográfico dentro de una investigación abierta por el FBI con ramificaciones en diversos países.

Le Scouarnec, que había estado casado y tenía tres hijos, escribió entonces en sus diarios que se salvó "por los pelos" y continuó ejerciendo su profesión y alimentando más sus fantasmas pedófilos.

Una cadena de errores administrativos impidieron que aquella condena figurara en su ficha penal cuando ese mismo año pasó de ejercer en un hospital privado de Vannes a uno público de Quimperlé, también en Bretaña, donde siguió cometiendo abusos a menores.

Su 'modus operandi' era minucioso. Abusaba de los menores en sus habitaciones, escudándose en su condición de médico, de adulto y en la enfermedad de los pacientes, a quienes hacía todo tipo de tocamientos mientras les efectuaba presuntas revisiones, que luego registraba en sus diarios.

De los adolescentes abusaba en los quirófanos, cuando estaban todavía bajo los efectos de los anestésicos y siempre evitando ser visto por otros compañeros que asistían a las operaciones.

Entre las víctimas por las que será juzgado, la mitad hombres, muchos son los que han reconocido secuelas psicológicas que solo cuando los gendarmes acudieron a contarles lo sucedido pudieron achacar a los abusos de Le Scouarnec.

Del total abusos consignados, los instructores han calificado 111 como violación agravada y 189 como agresión sexual agravada, que deberán ser analizados durante los cuatro meses que tiene previsto durar el juicio.