Comienza la evacuación de extranjeros en Sudán
Arabia Saudí ha colaborado evacuando extranjeros de varios países y llevándolos a zonas seguras.
Jartum/Riad, 22 abr.- El proceso de evacuación de los extranjeros atrapados en Sudán desde el pasado día 15 comenzó hoy para algunos países como Arabia Saudí, que repatrió a sus ciudadanos y de otras naciones "hermanas" en barco, mientras la tregua entre los rivales militares que comenzó ayer de tres días por el Aíd al Fitr, la fiesta que marca el fin del mes sagrado de ramadán, está prácticamente rota.
Un total de 158 personas fueron repatriadas por Arabia Saudí, el primer país que ha llevado a cabo esta evacuación civil desde el inicio del conflicto y que lo ha realizado por tierra hasta Port Sudan, en el este de Sudán y frente al reino árabe, tan solo separado por el mar Rojo, informó la cadena estatal saudí Al Ijbariya.
Desde Port Sudan cinco barcos saudíes acudieron al rescate de sus compatriotas y de otras nacionalidades, que no fueron reveladas por Riad, para arribar a la ciudad costera de Yeda, según la fuente, que añadió que entre los repatriados está la tripulación del avión de Saudi Airlines que fue tiroteado justo al inicio del conflicto entre el Ejército sudanés y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) en el aeropuerto de Jartum.
Jordania está realizando el mismo camino que Arabia Saudí con unos 300 de sus nacionales y Kuwait también informó de que sus compatriotas habían sido rescatados en los barcos fletados por Arabia Saudí.
Luz verde a la evacuación aérea... pero insegura
El líder del Ejército sudanés, Abdelfatah al Burhan, anunció hoy que "en las próximas horas" empezará la evacuación de nacionales de países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y China por vía aérea desde Jartum.
"Se espera que comience el proceso de evacuación de todas las misiones cuyos países así lo soliciten en los próximas horas, ya que Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y China evacuarán a sus diplomáticos y sus ciudadanos por vía aérea con aviones de transporte militar pertenecientes a sus Fuerzas Armadas desde Jartum. Y está previsto que dicho proceso comience de inmediato", dijo el portavoz de las Fuerzas Armadas, Nabil Abdulá, en un comunicado.
Sin embargo, por el momento no ha sido así, ya que la Embajada de Estados Unidos en Jartum anunció que por la situación de inseguridad en Jartum y al cierre del aeropuerto internacional, "actualmente no es seguro llevar a cabo una evacuación", según una alerta de seguridad de la legación diplomática.
De hecho, el general Al Burhan admitió hoy en una entrevista a la cadena saudí Al Arabiya, reproducida por las Fuerzas Armadas, que sus unidades controlan todos los aeropuertos del país, salvo el internacional de Jartum, el más grande de Sudán, y el de Nyala, en la conflictiva región de Darfur (oeste).
En los últimos dos días varios países como Estados Unidos, Japón, España y Corea del Sur han anunciado el despliegue de aviones a Yibuti, a unos 1,700 kilómetros de la capital sudanesa, desde donde se coordinará la evacuación.
Tregua que no se respeta
Los combates entre los rivales militares se reanudaron en Jartum en las inmediaciones del palacio presidencial, la Comandancia General del Ejército y las zonas colindantes del aeropuerto de Jartum, mientras un proyectil impactó en un barrio residencial que provocó la muerte de seis personas, informaron a EFE fuentes humanitarias y testigos.
Ayer, ambas partes aceptaron la tregua propuesta por la ONU de detener los combates durante tres días, coincidiendo con una de las fiestas más importantes para los musulmanes, aunque no se ha respetado, al igual que las otras cuatro pausas humanitarias declaradas desde el pasado día 15.
Al menos 413 personas han muerto y 3,551 han resultado heridas en Sudán desde el estallido del conflicto, según el último recuento difundido ayer por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los combates iniciados el 15 de abril entre el Ejército de Sudán y las FAR, que ha llevado a Sudán a sufrir una de las peores crisis de su historia reciente, surgieron tras semanas de tensión en torno a la reforma de las fuerzas de seguridad en las negociaciones para formar un nuevo gobierno de transición.
Ambas fuerzas fueron los artífices del golpe de Estado conjunto que derrocó al gobierno de transición de Sudán en octubre de 2021.