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Ucrania pide a Estados Unidos misiles de largo alcance

Para poder golpear la retaguardia enemiga y frustrar la esperada ofensiva general de Rusia.

Ucrania ha solicitado misiles ATACMS como los que muestra esta fotografía de archivo tomada en septiembre de 2017 en Corea del Sur.
Foto: JEON HEON-KYUN

Ucrania negocia ahora con Estados Unidos el suministro de misiles de largo alcance para poder golpear la retaguardia enemiga y frustrar la esperada ofensiva general de Rusia, que acusa a la OTAN de buscar su derrota estratégica con el nuevo armamento para Kiev.

“Cada fase de la guerra requiere cierto tipo de armas. Ya existe una coalición de tanques. Ya hay conversaciones sobre misiles de largo alcance y suministro de aviones de combate”, aseguró Mikhaylo Podolyak, asesor presidencial ucraniano, en Twitter.

Después del compromiso occidental de enviar más de un centenar de tanques y carros de combate, Kiev ha pedido ahora misiles de hasta 300 kilómetros de alcance, con los que podría golpear incluso territorio de la anexionada península de Crimea.

Misiles primero, aviones después

El presidente de EEUU, Joe Biden, hablará en breve sobre armamento con el líder ucraniano, Volodímir Zelensky, al que ya negó, por el momento, la entrega de los cazas F-16.

Con todo, Washington anunciará en breve otro paquete de 2,200 millones de dólares en ayuda militar para Kiev, según informaron el miércoles medios internacionales.

Al parecer, Kiev recibirá misiles con 150 kilómetros de alcance (GLSDB), además de equipos para los sistemas antiaéreos Patriot, munición de alta precisión y misiles antitanque Javelin.

Lo que no recibirá Ucrania son los ATACMS, misiles que pueden golpear objetivos a casi 300 kilómetros de distancia.

Precisamente, el diplomático Michael FcFaul, antiguo embajador de EEUU en Moscú, pidió al Congreso que envíe los ATACMS para poder destruir los drones iraníes desplegados en Crimea.

Al respecto, la Inteligencia Militar ucraniana resaltó que los arsenales del Ejército ruso se encuentran ahora a sólo 80-120 kilómetros de las posiciones de Kiev.

"Para lanzar un ataque contra ellos, Ucrania necesita artillería de largo alcance", explicó su portavoz, Vadim Skibitski, al canal CNN.

Subrayó que dichos misiles, además de tanques y blindados, son fundamentales para que Kiev pueda lanzar una "rápida contraofensiva" antes de que las tropas rusas concluyan sus fortificaciones defensivas.

Rusia denuncia la diplomacia de las armas

"Esto nos exigirá esfuerzos adicionales, pero no cambiará la marcha de los acontecimientos, ya que la operación militar especial continuará. Por supuesto, todo esto nos crea unas condiciones muy especiales, unas condiciones hostiles, que nosotros no podemos no tener en cuenta", dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, durante su rueda de prensa telefónica diaria.

Peskov denunció que "toda la infraestructura militar de la OTAN trabaja contra Rusia", incluido sus aviones de reconocimiento y satélites.

"Por supuesto, constatamos un aumento de los volúmenes y de la nomenclatura del armamento suministrado al régimen marioneta de Kiev, lo que incluye armamento ofensivo. La OTAN aumenta la apuesta, ya que mantiene la esperanza de la derrota estratégica de Rusia, Pero no lo logrará", comentó Serguéi Narishkin, jefe del servicio de espionaje exterior.

Narishkin pronosticó que "EEUU y sus aliados están totalmente decididos a librar una guerra con Rusia hasta el último ucraniano".

El Consejo de Seguridad de Rusia fue más allá al asegurar que "Occidente no se limitará a los suministros de tanques" y recordó a Alemania la derrota ante la Unión Soviética en 1945 y a Francia el fracaso de la invasión napoleónica de 1812.

Fuerzas convencionales en el Donbás

Mientras, las tropas rusas han logrado avanzar más de lo esperado en el Donbás, en gran medida gracias al despliegue después de varios meses de pausa de fuerzas convencionales, que estarían sustituyendo a los mercenarios de la compañía Wagner.

Los mercenarios podrían ser enviados ahora a las regiones de Zaporiyia y Jersón, que tampoco son controladas en su totalidad por Moscú.

El estadounidense Instituto de Estudio de la Guerra no descarta una retirada de las tropas ucranianas del bastión de Bajmut, en cuyas inmediaciones los rusos han tomado varias localidades.

Los prorrusos informaron hoy de que sus tropas "estaban cerrando el cerco", lo que fue desmentido por el jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin.

El alcalde de Bajmut, Oleksii Reva, se dirigió esta semana a los 6,500 residentes que aún permanecen en la ciudad para que abandonen la urbe -habitada por 70,000 personas antes del conflicto-, donde Kiev dijo haber repelido el miércoles un ataque aéreo.

El gobernador interino prorruso de Donetsk, Denís Pushilin, recordó que los principales baluartes ucranianos en la región, Kramatorsk y Sloviansk, se encuentran a solo 40 kilómetros de Bajmut.

Según la inteligencia militar ucraniana, en Ucrania hay ahora desplegados unos 326,000 combatientes rusos, lo que no incluye a 150,000 movilizados que aún están siendo instruidos en polígonos militares rusos.