Estados Unidos quiere evitar conflictos con China
Pero quiere ver cómo afrontar algunos retos que plantea el país asiático.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, aseguró este miércoles en Bucarest que su país quiere “evitar” conflictos con China, aunque dejó claro que sí abordará con sus aliados los “retos” que plantea el gigante asiático y la “convergencia” para afrontarlos.
“No buscamos el conflicto con China. Al contrario, queremos evitarlo. No queremos una nueva Guerra Fría. No buscamos desacoplar nuestras economías. Simplemente buscamos tener una visión clara de algunos de los retos que plantea China”, señaló Blinken en una rueda de prensa al término de una reunión de dos días de ministros de Exteriores de la OTAN.
Blinken recordó que el “Concepto Estratégico” de la Alianza, su estrategia para la próxima década que aprobó en la cumbre de Madrid en junio, “señala el reto sistémico que plantea (China) y nuestra responsabilidad colectiva para afrontarlo”.
“Y, de nuevo, esta mañana he escuchado esa convergencia con toda claridad. Y de lo que hemos hablado hoy es, de nuevo, de asegurarnos de que estamos trabajando para adaptarnos de forma concreta para afrontar el reto”, explicó, sobre el debate entorno a la relación con China celebrado en la reunión ministerial aliada.
El jefe de la diplomacia estadounidense subrayó la importancia de “asegurarnos de que al abordar esos retos, lo hacemos con otros. Todo lo que he oído hoy no hace sino reforzar la convergencia en este punto”.
Así, manifestó que existe “creciente convergencia” sobre el enfoque de los desafíos que representa China “no sólo en la OTAN, sino también, por ejemplo, con la Unión Europea, así como en otras partes del mundo”.
Reconoció en todo caso la ”complejidad” de las relaciones con Pekín y la competencia a nivel internacional, pero pidió al mismo tiempo “encontrar formas de cooperar en los asuntos realmente importantes” e hizo referencia al clima, la salud global o la macroeconomía para ser “más efectivos”.
“Lo que estamos haciendo en una serie de instituciones, así como en nuestras relaciones con los países individuales, es mirar a las áreas en las que China plantea un desafío a nuestros intereses y a nuestros valores y tomar las medidas adecuadas en consecuencia”, explicó Blinken.
Como ejemplo citó que en los dos últimos años mantienen cada vez más acciones conjuntas con otros socios en aspectos como los mecanismos de selección de inversiones chinas en sus países.
También pidió que, a la hora de exportar “tecnologías sensibles a China que podrían ir en beneficio de su propia capacidad militar, seamos prudentes al respecto”, y que los socios de EE. UU. “actuemos juntos siempre que sea posible para asegurarnos de que si tenemos controles de exportación, lo hagamos de forma coordinada”.
“La OTAN es, por supuesto, una alianza militar. Pero también es una alianza política, en la que intentamos desarrollar perspectivas comunes sobre los retos. Compartimos información y, según convenga en el contexto de la OTAN, estudiamos lo que podemos hacer juntos de forma eficaz”, explicó.
Blinken dijo asimismo que “no se trata de llevar la OTAN a Asia” ni de actuar fuera de su zona, sino de afrontar juntos algunos de los retos que China plantea y vigilar la resistencia de las infraestructuras aliadas.
“Hemos observado la fragilidad de las infraestructuras críticas de diversas maneras, incluidos los ataques rusos en Ucrania, y queremos asegurarnos de que son lo más resistentes posible para hacer frente a todos los posibles desafíos futuros en ese y muchos otros aspectos”, comentó.