El Pentágono cambia su política tras revelarse que borró mensajes del 6 de enero
De ahora en adelante, los datos contenidos en los teléfonos gubernamentales deben preservarse una vez los empleados hayan retornado estos aparatos al Departamento de Defensa.
WASHINGTON - El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció este jueves un cambio en su política de preservación de comunicaciones después de que el martes se revelara que borró el contenido de los teléfonos de sus altos cargos enviados en la jornada del asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
En un comunicado interno, la subsecretaria de Defensa, Kathleen Hicks, explicó que de ahora en adelante, los datos contenidos en los teléfonos gubernamentales deben preservarse una vez los empleados hayan retornado estos aparatos al departamento.
"Los usuarios deben guardar los mensajes de texto que califiquen como documentación bajo la Ley Federal de Registros, y con carácter inmediato, todos los proveedores de servicios móviles del departamento capturarán y guardarán los datos de los teléfonos cuando sean retornados", apuntó la nota.
En los últimos días de la Administración de Donald Trump (2017 - 2021), el Departamento de Defensa borró todos los mensajes, incluyendo cualquier posible referencia al asalto al Capitolio por miles de sus seguidores el 6 de enero de 2021.
El Pentágono eliminó todo el contenido de los dispositivos de altos mandos del Ejército y de civiles con responsabilidad sobre las Fuerzas Armadas como el entonces secretario de Defensa, Chris Miller, y el entonces secretario del Ejército, Ryan McCarthy.
El pasado 21 de julio, el Departamento de Seguridad Nacional abrió una investigación penal sobre la eliminación de mensajes que agentes del Servicio Secreto enviaron el 6 de enero de 2021, día del asalto al Capitolio.
La subinspectora general del departamento, Gladys Ayala, pidió en esa ocasión mediante una carta al director del Servicio Secreto, James Murray, que cesara su propia investigación sobre lo sucedido porque ya hay una abierta en su cartera.
El Servicio Secreto, el cuerpo encargado de proteger, entre otros, al presidente del país, determinó que no puede recuperar los mensajes de texto borrados que fueron enviados el 5 y 6 de enero de hace un año.
El comité de la Cámara de Representantes que investiga el asalto al Capitolio le había solicitado esos intercambios, pero solo recibió uno.
El resto fueron eliminados en el marco de una migración del sistema previamente planificada y el comité cree que el procedimiento para conservar el contenido podría no haber respetado los requisitos en vigor y podría haber violado la Ley Federal de Registros.