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Haití pide la destitución de 33 agentes y encauzar a tres por el asesinato de Moise

El 7 de julio se cumple un año del magnicidio.

Policías custodian el féretro con el cuerpo del presidente Jovenel Moise en Cap-Haitien (Haití), en una fotografía de archivo.
Foto: EFE

PUERTO PRÍNCIPE- La Policía Nacional de Haití (PNH) solicitó este martes el despido de 33 policías y que otros 3 sean encauzados por su supuesta implicación en el asesinato del presidente Jovenel Moise el 7 de julio de 2021, en su residencia particular de la capital.

El portavoz de la Policía haitiana, Garry Desrosiers, hizo el anuncio en una conferencia de prensa en Puerto Príncipe, recordando que el expediente de la investigación ha sido remitido a la Justicia para el seguimiento necesario.

Afirmó que esta recomendación se hizo tras la evaluación administrativa realizada por la Inspección General de la Policía.

"Más de veinte personas fueron puestas a disposición de la Justicia. Más de una docena de personas son buscadas tanto a nivel nacional como internacional a través de Interpol. Varias armas y vehículos confiscados. Todo esto forma parte del paquete enviado a la Justicia", dijo Desrosiers.

Un comando armado integrado en su mayoría por exsoldados colombianos entró sin resistencia a la casa de Moise en un exclusivo sector de Puerto Príncipe y le dio muerte a tiros y causó heridas graves a su esposa.

Se cumple un año del magnicidio

El Gobierno haitiano declaró el 7 de julio de 2022, cuando se cumple un año del magnicidio, como día no laborable. Una decisión adoptada durante un Consejo de Ministros celebrado la semana pasada.

Asimismo, el Ministerio de Educación tomó la decisión de realizar los exámenes de bachillerato del 1 al 6 de julio para facilitar las conmemoraciones del 7 de julio.

Sin embargo, hasta el momento las autoridades no han dado detalles en torno a las conmemoraciones oficiales para marcar un año desde el magnicidio.

Los partidarios de Jovenel Moise tienen previsto salir a las calles de la capital los días 7 y 8 de julio para seguir exigiendo justicia para el malogrado presidente, y también denunciar al primer ministro, Ariel Henry, por supuestamente obstruir la investigación.

La familia no está satisfecha

El domingo pasado, día en el que Jovenel Moise cumpliría 54 años, su hija Joverlein Moise escribió en su cuenta de Twitter un mensaje en el que deseaba a su padre un feliz cumpleaños.

Joverlein Moise dijo que durante las últimas semanas han "actuado en silencio, porque entendemos que esta búsqueda de la justicia no es una exhibición".

Agregó, que a la familia del asesinado gobernante "nunca" le ha pasado por la cabeza abandonar la lucha para que los que cometieron el crimen sean enjuiciados.

"No podemos permitirnos el lujo de tomarnos un descanso", dijo, en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.

Asimismo, anunció la creación de la Asociación de Lucha contra la Impunidad y la Injusticia, que, según dijo, tiene como objetivo "arrojar luz sobre las circunstancias del asesinato" de su padre.

"Hemos enviado una comunicación confidencial al señor Morris Tidball-Binz, relator especial de la ONU para ejecuciones arbitrarias y extrajudiciales, señalando con pruebas y detalles la voluntad de ciertas personas, instituciones y gobiernos, de impedir el buen funcionamiento de la Justicia", reza el mensaje.

Estancada la investigación

Casi un año después, la investigación sobre el asesinato del presidente Jovenel Moise sigue estancada.

A principios de junio de 2022, el decano del Tribunal de Primera Instancia de Puerto Príncipe, Bernard St-Vil, nombró a un quinto juez, Alter Wesser Voltaire, para que continuara la investigación sobre el asesinato del presidente Moise.

Voltaire trabaja en el sector de los derechos humanos. Entró en la judicatura en 2010 para ocupar el puesto de subcomisario del Gobierno de Port-de-Paix. Posteriormente, fue ascendido a juez del Tribunal de Primera Instancia de esa ciudad, antes de ser trasladado a Croix-des-Bouquets.

Desde el asesinato de Moise, la crisis sociopolítica y económica se ha agravado. Este empeoramiento está marcado por un aumento vertiginoso de los secuestros, las guerras entre bandas, la violencia armada, los robos, asesinatos y violaciones de civiles, mientras que las autoridades se han mostrado totalmente incompetentes para revertir esta vorágine.