López Obrador celebra tres años de su "transformación" ante 150,000 personas
El presidete mexicano dio un mensaje en el Zócalo de la Ciudad de México.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, celebró este miércoles tres años de su Gobierno de "transformación" con un evento que convocó a unas 150,000 personas pese a la nueva variante ómicron del coronavirus.
“Lo más importante es que ya sentamos las bases para la transformación del país, entre todos. En tres años ha cambiado como nunca la mentalidad del pueblo, que eso es lo más importante de todo, la revolución de las conciencias", declaró el presidente en el Zócalo de Ciudad de México.
A pesar de los temores de una nueva ola de covid-19, el presidente festejó que este 1 de diciembre cumple tres años de haber asumido el poder con un evento masivo al que llegaron 150,000 personas, según la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Ciudad de México.
“Vienen por su propio pie, por convicción”, dijo el mandatario ante reportes de personas que llegaron "acarreadas" en decenas de autobuses de otros estados.
López Obrador presumió del "control de la pandemia" de covid-19, aunque México acumula casi 3.9 millones de casos y cerca de 295.,000 muertes, la cuarta cifra más alta del mundo.
“Como en los mejores tiempos, nos volvemos a concentrar en este Zócalo democrático de la capital de la república. Hoy cumplimos 3 años de Gobierno y estamos de pie a pesar de la pandemia que tanto nos dolor ha causado”, declaró al iniciar su discurso.
Su ''fórmula'' económica
El líder izquierdista, quien llegó al poder en 2018 con más del 50% de votos y ahora promedia más de 60% de aprobación en las encuestas, presumió de su fórmula económica de gobernar con "honradez", "austeridad" y con la convicción de que "primero los pobres".
“No como antes, que primero eran los de arriba, porque decían que si llovía fuerte arriba, goteaba abajo, como si la riqueza fuese permeable o contagiosa, que se vayan al carajo con ese cuento”, exclamó.
El mandatario reiteró su pronóstico de un crecimiento mayor al 6% del PIB en 2021 tras la contracción histórica de 8.2% en 2020.
Aseguró que hay "estabilidad" a pesar de la depreciación del 4% que sufrió el peso mexicano en noviembre y de la inflación superior al 7%, la tasa más alta en 20 años.
“No tengo duda de que pronto, muy pronto, terminaremos de salir de la crisis económica. ¿En qué baso mi optimismo? Primero, en que no nos endeudamos, como sucedió en otros países. Segundo, en que no se nos cayó la recaudación de ingresos”, afirmó exultante.
Como factores de optimismo, citó los "récords" de más de 24,800 millones de dólares recibidos en inversión extranjera directa (IED) en lo que va de 2021 y las remesas de 50,000 millones de dólares estimadas para este año.
También reportó la "cifra más alta de la historia" de empleos formales, con un registro de 20.93 millones en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Asimismo, presumió de un aumento del 15% en las reservas internacionales en lo que va de su sexenio, al sumar 199,310 millones de dólares.
Y aseveró que el salario mínimo ha crecido un 65% en términos reales en lo que va de su sexenio al contar el aumento de 22% anual anunciado este miércoles.
"Hemos resistido a las adversidades y seguimos avanzando en la transformación de la vida pública de México", sentenció.
Sombras de violencia y militarización
En medio del ambiente festivo en un baño de multitudes que tanto gusta al presidente, la inseguridad pesó como el gran pendiente del Gobierno de México, que ha registrado los dos años más violentos de su historia en los primeros dos años de mandato de López Obrador, con 34,690 víctimas por asesinato en 2019 y 34,558 en 2020.
El presidente reconoció que en su gestión solo han decrecido 0.7% los homicidios dolosos.
"Porque nos los dejaron muy arriba y tuvimos primero que contener el avance y ya vamos poco a poco disminuyendo la incidencia de este tipo de delitos, homicidios", justificó.
Además, el mandatario rechazó las acusaciones de "militarizar" el país, a pesar de asignarles un número inédito de tareas: seguridad pública, construcción de infraestructura, administración de obras y hasta reparto de medicamentos.
“Las acusaciones de que estamos militarizando al país carecen de toda lógica y de la más elemental buena fe. No se ha ordenado a las Fuerzas Armadas que hagan la guerra a nadie”, indicó.
En el escenario estuvo arropado por su gabinete federal, por la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y por la expresidenta de Brasil Dilma Rousseff.