Un jurado declara no culpable al acusado de dos muertes en una protesta racial en Wisconsin
Kyle Rittenhouse enfrentaba cinco cargos por los hechos ocurridos en agosto de 2020 cuando tenía 17 años.
WASHINGTON - El joven Kyle Rittenhouse fue exculpado este viernes por un jurado de los cargos que afrontaba por matar cuando tenía 17 años a dos personas durante los disturbios raciales en Wisconsin en agosto de 2020, en un caso muy politizado que ha convertido al acusado en símbolo para el trumpismo.
Después de tres días y medio de deliberaciones, el jurado halló no culpable a Rittenhouse de los cinco cargos que se le imputaban, entre los que figuraban homicidio intencionado en primer grado e intento de homicidio intencionado en primer grado.
Tras escuchar al veredicto en la sede de la Corte de Circuito del condado de Kenosha (Wisconsin), el joven, que se arriesgaba a pasar 60 años en la cárcel, se dejó caer sobre su silla entre sollozos, hasta el punto de casi caerse y abrazó su abogado defensor.
Poco después, su abogado, Mark Richards, declaraba a la prensa fuera del juzgado que su cliente estaba "aliviado".
"Estamos agradecidos en muchas maneras de que el jurado finalmente escuchara la historia real, y cuando hablo de medios, hablo de redes sociales y cosas así, la historia que apareció al principio no era la verdadera, y es algo que a lo que hemos tenido que enfrentarnos", dijo Richards.
UNA NOCHE FATÍDICA
A lo largo del juicio de dos semanas se han sometido a examen los hechos ocurridos la noche del 25 de agosto de 2020 en Kenosha, cuando Rittenhouse mató a dos manifestantes e hirió a un tercero, en medio de choques entre grupos de civiles armados y manifestantes del movimiento "Black Lives Matter" (Las vidas negras importan).
Ese día, la tercera jornada de altercados en Kenosha, el joven llegó procedente de Illinois con su rifle y equipamiento médico.
La ciudad estaba siendo escenario de protestas y disturbios contra la brutalidad policial con los afroamericanos después de que un agente de policía disparara tres días antes por la espalda al afroamericano Jacob Blake, que quedó parapléjico.
En algunos puntos las manifestaciones pacíficas degeneraron en altercados y ante esta situación grupos de ciudadanos, como Rittenhouse, tomaron sus armas para proteger tiendas y otros establecimientos.
Durante el proceso judicial, el joven testificó para sostener, como ha alegado su defensa, que actuó en defensa propia cuando abrió fuego aquella noche.
Videos de ese día y el propio testimonio del acusado indican que Rittenhouse fue perseguido por una de sus víctimas, Joseph Rosenbaum, que iba desarmado, hasta un estacionamiento de vehículo.
Según las palabras del joven durante el juicio, Rosenbaum le lanzó una bolsa y una cadena, y en ese momento Rittenhouse oyó a una persona que estaba con su perseguidor que decía "atrápalo, mátalo".
En ese momento, y de acuerdo al relato de Rittenhouse, el adolescente, que estaba corriendo, escuchó un disparo detrás suyo, mientras Rosenbaum lo perseguía.
"Conforme me di la vuelta, el señor Rosembaum estaba viniendo hacia mí con sus manos extendidas, recuerdo su mano en el cañón de mi arma", dijo el acusado, quien reconoció que disparó cuatro veces contra la víctima.
LA FISCALÍA DESCRIBIÓ A RITTENHOUSE COMO JUSTICIERO ADOLESCENTE
La Fiscalía ha tratado de demostrar que las acciones de Rittenhouse constituyeron un homicidio y ha caracterizado al joven como un "justiciero adolescente" que viajó de Illinois a Kenosha con un rifle semiautomático AR-15 para unirse a otras personas armadas que se veían como guardianes de los comercios locales.
Este caso ha suscitado grandes divisiones en la sociedad estadounidense y ha instigado un debate nacional sobre el hecho de que los ciudadanos se tomen la justicia por su mano, el derecho a portar armas y la definición de defensa propia.
Tras el suceso, Rittenhouse se ha convertido en un símbolo para el trumpismo, ya que muchos lo ven como un joven de bien que acudió a Kenosha para pacificar la zona y proporcionar ayuda médica, en respuesta a las protestas raciales, que a veces derivaron en altercados, en varias ciudades estadounidenses en 2020.
E incluso el entonces presidente Donald Trump defendió en su día a Rittenhouse, simpatizante del ahora exmandatario, y rehusó reunirse con la familia del afroamericano Blake.
Tras el veredicto exculpatorio existe el temor de que estallen nuevos disturbios en Kenosha, donde el gobernador de Wisconsin, Tony Evers, activó esta semana a 500 miembros de la Guardia Nacional -un cuerpo reservista- por si hay altercados.
Fuera del juzgado había manifestantes este viernes, entre los que se encontraba la familia de Jacob Blake.
Su tío, Justin Blake, expresó su descontento por el fallo y apuntó: "No sé cómo han llegado a esa conclusión final de que él es inocente, pero es por esto por lo que los afroamericanos dicen que el maldito sistema es culpable", lamentó.
"Esto debe acabar", sentenció Justin Blake.
Desde la Casa Blanca, el presidente Joe Biden dijo que había escuchado el veredicto y que apoyaba "lo que el jurado tiene que decir".
"El sistema de jurado funciona", indicó Biden, en respuesta a preguntas de los periodistas.