Sistema antimisiles de la Embajada de Estados Unidos en Bagdad intercepta 3 cohetes
No hubo víctimas en el incidente.
BAGDAD.- El sistema antimisiles C-RAM de la Embajada de Estados Unidos en Bagdad interceptó y destruyó este lunes tres cohetes de tipo Katiusha que iban dirigidos contra las instalaciones estadounidenses, aunque no hubo víctimas en el incidente, informó a Efe una fuente de seguridad iraquí.
Una fuente del Ministerio de Interior de Irak que pidió el anonimato dijo a Efe que el sistema antimisiles C-RAM que está instalado en la legación diplomática interceptó tres cohetes de tipo Katiusha y los destruyó mientras sobrevolaban las instalaciones, sin provocar heridos.
Por su parte, los canales de comunicación de las milicias proiraníes, a las que Washington acusa de perpetrar ataques contra sus tropas y diplomáticos desplegados en Irak, difundieron imágenes del sistema antiaéreo de la Embajada estadounidense disparando ráfagas al cielo de Bagdad.
Hasta el momento, ningún grupo ha reivindicado esta acción.
Este ataque se produce en el mismo día en el que al menos tres cohetes Katiusha impactaron en las cercanías de la base militar iraquí de Ain Al Asad, en el oeste de Irak, donde se alojan fuerzas de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, sin causar víctimas, informó el portavoz de la alianza, coronel Wayne Marotto.
Los ataques contra instalaciones militares con presencia estadounidense son habituales en Irak, así como contra legaciones diplomáticas -aunque con menor frecuencia- después de que a principios de 2020 Estados Unidos asesinara al poderoso general iraní Qasem Soleimaní en un bombardeo selectivo en Bagdad.
Sin embargo, los ataques contra objetivos de EEUU han incrementado en la última semana, después de que el pasado lunes Estados Unidos lanzara dos bombardeos en territorio sirio y uno en territorio iraquí, causando la muerte de trece personas en total, ante las continuas agresiones que sus tropas sufren en Irak a manos de formaciones proiraníes.
Según el Pentágono, los bombardeos estadounidenses tuvieron como objetivo posiciones de Kataeb Said al Shuhadá y Kataeb Hizbulá, milicias proiraníes que operan en Irak dentro de la agrupación armada Multitud Popular y que son consideradas organizaciones terroristas por Washington.
El ataque fue calificado por la Administración de Joe Biden como "necesario" para "limitar el riesgo de escalada" con las agrupaciones de este signo, que posteriormente juraron venganza por la muerte de sus combatientes.