El 44 % de los empleados de la Casa Blanca son de minorías y 60 % son mujeres
Esa proporción "supera" el porcentaje de los trabajadores pertenecientes a minorías a nivel nacional, que es del 38.4 % según datos del Gobierno estadounidense, apunta el análisis.
WASHINGTON - El 44 % de los empleados en la Casa Blanca pertenecen a minorías y el 60 % del total son mujeres, informó este jueves la residencia presidencial, que presumió de haber recortado casi del todo la brecha salarial de género entre su personal.
La Casa Blanca publicó los salarios de todos sus empleados y aportó datos sobre su composición en un informe anual que debe entregar por ley al Congreso para favorecer la transparencia en sus actividades.
Según un análisis de ese informe que la Casa Blanca compartió con Efe, aproximadamente el 44 % de los contratados en las oficinas del presidente estadounidense, Joe Biden, o de la vicepresidenta, Kamala Harris, "forman parte de comunidades racial o étnicamente diversas", como los negros o los latinos.
Esa proporción "supera" el porcentaje de los trabajadores pertenecientes a minorías a nivel nacional, que es del 38,4 % según datos del Gobierno estadounidense, apunta el análisis.
La Casa Blanca no especificó cuántos de sus empleados son latinos, aunque hay algunas en puestos sénior, como la directora de estrategia política, Emmy Ruiz, o la subdirectora de comunicación, Pili Tobar.
Se trata de un porcentaje muy superior al de la Casa Blanca del expresidente Barack Obama (2009-2017); en cuyo primer año solo el 21 % de los trabajadores pertenecían a minorías; y mucho más que la de Donald Trump (2017-2021), que apenas tenía asesores latinos o negros.
En cuanto a las mujeres, componen el 60 % del total de los contratados en la Casa Blanca, y el 56 % de quienes ocupan altos cargos en el entorno de Biden o Harris, un grupo en el que el 36 % pertenecen a minorías raciales o étnicas.
La representación femenina entre el personal sénior de la Casa Blanca es muy superior a la que tenían Donald Trump -en 2017, solo el 17 % de los integrantes de ese grupo eran mujeres- y Barack Obama, en cuyo caso el porcentaje era del 34 % en 2009, según un análisis del centro de estudios Brookings.
La Casa Blanca de Biden presumió además de haber reducido a apenas el 1 % la brecha salarial entre sus empleadas mujeres, que cobran una media de 93.752 dólares al año; y los hombres, cuyo salario medio anual es de 94.639.
Mientras, en la Casa Blanca de Trump, las mujeres ganaban el 37 % menos que los hombres, y en la de Obama, cobraban entre el 11 y el 18 % menos, de acuerdo con un análisis de 2017 del centro de estudios conservador American Enterprise Institute.
Según el informe sobre salarios, las mejor pagadas de la Casa Blanca de Biden son dos funcionarias poco conocidas por el público: la asesora sobre política migratoria Molly Groom y una especialista en política de banda ancha de Internet, Elizabeth Hone, que cobran 185.656 y 183.164 dólares al año, respectivamente.
Ligeramente por debajo, con 180.000 dólares anuales, están 22 asesores de alto perfil de Biden, como el jefe de gabinete, Ron Klain; la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki; y sus asesores económico, Brian Deese; de seguridad nacional, Jake Sullivan; o de política interna, Susan Rice.
Ese salario es el máximo que pueden cobrar los trabajadores fijos de la Casa Blanca según la normativa estadounidense, algo que Groom y Hone han podido esquivar gracias a que provienen de otras agencias del Gobierno federal y están asignadas temporalmente a la residencia presidencial.