Kamala Harris: "Todos somos parte del legado de George Floyd"
La vicepresidenta de Estados Unidos, declaró su "alivio" por el veredicto de culpabilidad contra el expolicía Derek Chauvin.
WASHINGTON - La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, dijo este martes que todo Estados Unidos forma parte del legado de George Floyd, tras declarar su "alivio" por el veredicto que declaró culpable al expolicía Derek Chauvin de los tres cargos que enfrentaba.
En un discurso en la Casa Blanca, la primera vicepresidenta negra de Estados Unidos consideró que queda "mucho por hacer" para combatir la "injusticia racial", que es "un problema de cada estadounidense", no solo de los negros, latinos o de aquellos con raíces asiáticas o indígenas.
"Todos somos parte del legado de George Floyd. Y nuestro trabajo, ahora, es honrar ese legado, honrarle a él", afirmó.
Harris subrayó que Estados Unidos tiene "una larga historia de racismo sistémico", que está "evitando" que el país "cumpla su promesa de libertad y justicia para todos".
Aunque expresó su "alivio" por el veredicto, admitió que "no borra el dolor" causado por la pérdida de Floyd, y que "una medida justa no es lo mismo que una justicia igualitaria" para todos.
"Este veredicto nos lleva un paso más cerca (de esa justicia igualitaria). Pero el hecho es que tenemos trabajo por hacer. Todavía debemos reformar el sistema", recalcó.
Harris pidió que el Congreso apruebe un proyecto de ley destinado a reformar los departamentos de Policía de Estados Unidos, que prohibiría las tácticas que causaron la muerte de Floyd y facilitaría las demandas contra aquellos agentes que hieran o maten injustamente a ciudadanos.
"Eso no sería una panacea para todos los problemas, pero sí un comienzo", subrayó la vicepresidenta, que habló justo antes de que el presidente estadounidense, Joe Biden, diera un discurso sobre el tema.
Los miembros del jurado en el caso de Floyd decidieron este martes de forma unánime que Chauvin es culpable de asesinato involuntario en segundo grado, penado con hasta 40 años de cárcel; asesinato en tercer grado, con una condena máxima de 25 años, y homicidio involuntario en segundo grado, que acarrea hasta 10 años de privación de libertad.
Como no tiene antecedentes penales, solo podría ser condenado a un máximo de 12 años y medio de prisión por cada uno de los primeros dos cargos y a 4 años de cárcel por el tercero.
La sentencia que deberá cumplir el ex agente de polícia se conocerá en unas semanas, entre seis y ocho, según ha apuntado el juez.