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El Gobierno dominicano sugiere un referendo para decidir la suerte del aborto

Movimientos feministas llevan una semana en un campamento frente al Palacio Nacional para exigir la despenalización de esa práctica.

Vista general hoy del campamento que grupos feministas han montado desde hace una semana frente al Palacio Nacional en Santo Domingo (República Dominicana), para exigir a las autoridades la despenalización del aborto en determinados supuestos.
Foto: EFE

SANTO DOMINGO - La discusión en torno a la despenalización o no del aborto en República Dominicana continuó este jueves con la sugerencia del Ejecutivo de que la población "mayoritariamente" decida sobre el particular y la reiterada oposición de la Iglesia católica a legalizar lo que considera la "pena de muerte".

Una semana después de que movimientos feministas montaran un campamento frente al Palacio Nacional para exigir la despenalización de la concepción en tres causales, el momento es de amplia confrontación entre estos y quienes defienden la permanencia del aborto como delito en las leyes del país.

El presidente dominicano, Luis Abinader, sugirió que sean los dominicanos los que decidan sobre la eventual despenalización del aborto, un tema que admitió divide el país.

"Tengo que respetar las posiciones de todo el pueblo dominicano, y que, en un momento ya, la población mayoritariamente tome una posición en ese sentido", dijo Abinader en una rueda de prensa en la sede del Gobierno.

Las palabras del mandatario se producen menos dos semanas después de que el Poder Ejecutivo enviara al Congreso Nacional (bicameral), un proyecto de ley para regular la organización de los referendos, contemplados en la Constitución dominicana, que en uno de sus artículos establece el derecho a la vida "desde la concepción hasta la muerte".

Partidos políticos como el oficialista Revolucionario Moderno (PRM) apoyan la interrupción del embarazo bajo los supuestos de riesgo de vida de la madre, inviabilidad fetal o por violación o incesto.

Sin embargo, el arzobispo de Santo Domingo, Francisco Ozoria Acosta, plantea una posición muy diferente.

Si se aprueban las causales "entonces estamos aprobando la pena de muerte", dijo Ozoria a los periodistas.

"La vida hay que respetarla desde la concepción hasta la muerte natural", indicó.

La Iglesia católica ha convocado una marcha el 27 de marzo hacia el Congreso Nacional en contra del aborto, a la que se han sumado distintas organizaciones, así como partidos políticos.

Este mismo día, un grupo de diputados y senadores de diferentes bancadas acudió al campamento proaborto para dar su apoyo a la iniciativa en favor de la despenalización.

Los legisladores hicieron "un llamado a los demás colegas diputados y diputadas" para que "tengan empatía con las mujeres que sufren, que se ven en una situación límite de tomar una decisión dolorosa" para que actúen según "su conciencia, sin presiones, para que podamos legislar por el mayor interés y garantía de todos".

El martes pasado, el expresidente Leonel Fernández dijo prever que la decisión final sobre el tema la abordará el Tribunal Constitucional.

Recordó que en España el aborto, en sus tres causales, se decidió en la Corte Constitucional y en el caso de Estados Unidos, indicó que no está permitido por ninguna ley, sino por una sentencia emitida en 1973 de la Corte Suprema de ese país y conocida como Roe contra Wade.

Establecer excepciones a la penalización del aborto en el país es una reivindicación manifestada desde hace años por organizaciones nacionales e internacionales, que argumentan que su prohibición absoluta constituye una injusticia social, un grave problema de salud pública y una violación a los derechos humanos.

República Dominicana es uno de los seis países de América que mantienen una prohibición total del aborto, junto con El Salvador, Honduras, Nicaragua, Haití y Surinam.