Condenan a siete exagentes y un civil por crímenes en la dictadura argentina
Tres de ellos fueron sentenciados a prisión perpetua.
BUENOS AIRES - La Justicia Argentina condenó este jueves con penas de entre 6 años de cárcel y prisión perpetua a seis exmilitares, un policía y un civil de inteligencia por más de 800 crímenes cometidos en la antigua Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), el mayor centro clandestino de tortura de la última dictadura (1976-1983).
"Los hechos objeto de este proceso son constitutivos de crímenes de lesa humanidad y por ende resultan imprescriptibles", comenzó remarcando el juez Daniel Horacio Obligado, uno de los integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal Federal 5 de Buenos Aires, en la audiencia en la que se leyó el veredicto, que se realizó de forma virtual.
Este juicio, que comenzó el 18 de agosto de 2018, es el cuarto en el que se juzgan los delitos de lesa humanidad cometidos en la ESMA -secuestros, torturas, robo de bebés y homicidios, incluidos los llamados 'vuelos de la muerte'-, donde se calcula estuvieron detenidas ilegalmente cerca de 5.000 personas y hoy es sede de un espacio de memoria en homenaje a las víctimas.
En esta ocasión, los exsuboficiales de la Armada Carlos Néstor Carrillo, Ramón Roque Zanabria, Jorge Luis Ocaranza y José Ángel Iturri fueron condenados a 15 años de prisión y el ex oficial retirado Carlos Mario Castellví, el exagente de la Policía Federal Raúl Armando Cabral y el civil del Batallón de Inteligencia 601 del Ejército Argentino Miguel Conde sentenciados a prisión perpetua.
Por su parte, el entonces conscripto (soldado que hacía el servicio militar obligatorio) Claudio Vallejos fue condenado a seis años de cárcel.
La Fiscalía había solicitado prisión perpetua para todos los acusados excepto para Vallejos, para quien había requerido seis años de detención por su responsabilidad en el secuestro, el 18 de julio de 1977 en Buenos Aires, del diplomático argentino y dirigente de la Unión Cívica Radical Héctor Hidalgo Solá, que aún permanece desaparecido y fue visto por otras víctimas en la ESMA.
En este proceso, en el que participaban como querellantes multitud de personas y organizaciones como las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo, también se encontraba imputado el teniente de Navío Aníbal Roberto Colquhoun, quien murió antes de que comenzara el juicio; Néstor Eduardo Tauro, que falleció mientras se desarrollaba, y Horacio Luis Ferrari, que quedó fuera del debate ya que la Corte Suprema aceptó un planteo de recusación de sus defensores contra dos de los jueces del tribunal.
En la audiencia de hoy, realizada vía Zoom para poder mantener los cuidados frente a la pandemia del coronavirus, estuvieron presentes, además de las partes, los imputados Cabral, Iturri y Castellví: el resto de los ahora condenados no pudieron conectarse por distintas razones, entre ellas tecnológicas y de salud.