Según el presidente saliente, la agrupación es responsable de delitos y de impulsar una agenda anarquista y violenta

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decretó la "inadmisibilidad" para entrar al país de los extranjeros vinculados a Antifa, un movimiento de activistas que se proclaman "anti fascistas" y que las autoridades han descrito como una organización criminal.

"Uno de los propósitos fundamentales de nuestro Gobierno es proteger la seguridad de nuestros ciudadanos", indicó el presidente en un mensaje dirigido a los secretarios de Estado, de Justicia y de Seguridad Nacional, y que fue publicado anoche.

"Con el fin de crear comunidades pacíficas y prósperas, la ley federal de inmigración asegura que los beneficios de inmigración puedan otorgarse solo a aquellos individuos que cumplen con las leyes que gobiernan a todos los ciudadanos de Estados Unidos", añadió.

La ley, señaló el gobernante en su mensaje, "considera inadmisibles a los extranjeros que se involucran, o que probablemente se involucren, en actividad terrorista, y aquellos extranjeros que procuran entrar en Estados Unidos para involucrarse en actividad ilegal".

Según el presidente, "informes confiables sugieren que el movimiento conocido como Antifa es responsable, directa o indirectamente, de algunos delitos en nuestras comunidades y ha explotado tragedias para promover una agenda radical, izquierdista, anarquista y a menudo violenta".

El mensaje cita disturbios desde 2017 en los cuales individuos que se identifican como seguidores de Antifa han atacado a otros manifestantes, periodistas, edificios públicos y agentes de la policía.

Trump ordenó que los departamentos de Seguridad Nacional, Estado, y Justicia evalúen si corresponde clasificar a Antifa como una organización terrorista y a sus miembros como afiliados a una organización criminal.

El gobernante, quien se niega a reconocer su derrota en la elección presidencial del 3 de noviembre, ha convocado para hoy a sus simpatizantes a una manifestación en Washington con motivo de la sesión en el Congreso en la que los legisladores deberán ratificar la victoria electoral del demócrata Joe Biden.