Estados Unidos es el país más golpeado por la pandemia, pero su Presidente se niega a unirse a esfuerzos mundiales.

La Administración del presidente estadounidense Donald Trump comunicó que no se unirá al esfuerzo internacional para desarrollar una vacuna contra el coronavirus COVID-19 y distribuirla porque la iniciativa está relacionada a la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuya estructura dejó de apoyar Estados Unidos hace meses bajo alegaciones de que estaba influenciada por el gobierno de China.

Según comunicó a los medios estadounidenses Judd Deere, portavoz de la Casa Blanca, Estados Unidos busca derrotar el virus "involucrando a nuestros socios internacionales.. pero no nos veremos limitados por organizaciones multilaterales influenciadas por la corrupta Organización Mundial de la Salud y China".

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La postura de la Administración Trump contra la OMS se mantiene pese a que lidera el país con más casos de COVID-19 en el mundo. Estados Unidos tiene poco más de 6 millones de casos de COVID-19 hoy.

Trump anunció que dejaría de apoyar económicamente a la OMS en abril, luego de que denunciara "mal manejo" y "encubrimiento" de la expansión del coronavirus por parte de la organización.

La postura de su administración es apostar a alguna empresa estadounidense que logre crear y administrar la vacuna con éxito.