Jugadoras de baloncesto vestirán nombres de fallecidas por violencia racial
Los nombres de Sandra Bland, Breonna Taylor y Vanessa Guillén, ya suenan como los que podían estar puestos en las camisetas de las jugadoras.
La Liga Femenina de Baloncesto (WNBA, en inglés) y su sindicato aprobaron este lunes que las jugadoras puedan llevar en sus camisetas los nombres de las mujeres que murieron en intervenciones policiales o en presunta violencia racial cuando la competición se reanude este mes en Florida.
Los nombres de Sandra Bland, Breonna Taylor y Vanessa Guillén, ya suenan como los que podían estar puestos en las camisetas de las jugadoras.
Taylor murió tras recibir varios impactos de bala que le disparó la policía en marzo, mientras se encontraba en su casa de Louisville (Kentucky).
Lonita Baker, la abogada de la familia de Taylor, dijo que escuchó por primera vez sobre el asunto de los nombres de Angel McCoughtrey, estrella de los Ases de Las Vegas, quien jugó en la Universidad de Louisville.
Poco después, Terri Jackson, directora ejecutiva de la WNBPA, fue la que se comunicó con ella y comenzó a formular planes sobre cómo la liga y sus jugadoras podrían trabajar para honrar a Taylor.
"La madre de Breonna, Tamika Palmerí, estaba muy honrada de que los jugadores quisieran hacer esto en honor a su hija y a todas las demás mujeres que murieron bajo custodia policial", declaró Baker. "Y también lo que provenga de las ventas de las camisetas irá a la Fundación Breonna Taylor".
Guillén, la joven soldado latina de 20 años, fue asesinada a martillazos, el pasado abril, por su compañero Aaron Robinson cuando se encontraban en la base de Fort Hood (Texas).
El presunto asesino luego descuartizó el cuerpo de Guillén con la colaboración de su novia Cecily Ann Aguilar y lo enterraron en varias partes.
Robinson, de 20 años, un soldado negro, al que Guillén pensaba denunciar por acoso sexual, se suicidó cuando los agentes de la policía de la localidad de Killeen (Texas), donde se había trasladado, se acercaban para poderlo interrogar.
Además, las jugadoras también usarán camisetas de calentamiento que digan "Black Lives Matter" en la parte delantera y "Say Her Name" en la parte posterior.
"Black Lives Matter" también aparecerá en los campos de la Academia IMG en Bradenton (Florida), donde la WNBA ha montado su propia "burbuja" para iniciar la temporada regular 2020.
Las decisiones tomadas este lunes por la WNBA y el sindicato forman parte de una plataforma conjunta que promueve la justicia social llamada "El Movimiento de Justicia".
Como parte de esta iniciativa, la WNBA formará un Consejo de Justicia Social que estará liderado por las jugadores Layshia Clarendon, Sydney Colson, Breanna Stewart, Tierra Ruffin-Pratt, A'ja Wilson y Satou Sabally.
Los asesores del consejo incluyen a Alicia Garza, fundadora de Black Futures Lab, activista política y cofundadora de Black Lives Matter; Carolyn DeWitt, CEO de Rock the Vote; y Beverly Bond, la fundadora y CEO de BLACK GIRLS ROCK!
El Consejo de Justicia Social creará conversaciones comunitarias, mesas redondas virtuales, podcasts producidos por jugadoras y otras activaciones para abordar la desigualdad, el sesgo implícito y el presunto racismo que se da en las comunidades de los grupos minoritarios.
La WNBA se ha unido a la NBA en la lucha por la igualdad racial y la justicia social, causas que han elegido como parte central del regreso a la competición suspendida el pasado marzo debido a la pandemia del coronavirus.
Varias jugadoras de la WNBA, incluidas Renee Montgomery del Atlanta Dream y Natasha Cloud de los Washington Mystics, ya han decidido que no competirán en la liga y centrarán todos sus esfuerzos en la lucha por la justicia social.
La estrella de Minnesota Lynx, la alero Maya Moore, no participó en la temporada anterior mientras abogaba por la liberación de un hombre negro que sentía que había sido condenado a 50 años de prisión por robo, que dijo no había cometido.
Jonathan Irons, de 40 años, fue liberado la semana pasada después haber cumplido con 23 años en prisión.