Otro día con repunte de casos de COVID-19 en Florida
9,488, nuevos casos fueron reportados en las pasadas 24 horas, mientras se acerca la celebración del 4 de julio.
Los casos nuevos diarios de COVID-19 confirmados en Florida totalizaron este viernes 9,488, cifra por debajo del récord de 10,109 del jueves, pero en la misma línea de las dos últimas semanas, en las que la enfermedad ha repuntado de manera alarmante, especialmente en el sur del estado.
Los casos acumulados desde el 1 de marzo se elevan ahora a 178,594 y el número de personas fallecidas a 3,684, con 67 decesos en las últimas 24 horas, de acuerdo con el Departamento de Salud.
El índice de casos positivos en las últimas pruebas de COVID-19 realizadas en el estado es del 14.9 %.
Hace exactamente un mes, el 3 de junio, cuando el estado se preparaba para entrar en la fase dos de la reapertura, los casos nuevos diarios fueron 1,317, el total acumulado estaba en 58,764 y las muertes desde el 1 de marzo hasta ese día sumaban 2,566.
EN UN MES LA CUENTA HA CRECIDO EN 119,830 CASOS
Eso significa que en un mes la cuenta de casos de COVID-19 en Florida ha crecido en 119,830.
En las dos últimas semanas el COVID-19 ha avanzado de manera imparable en Florida. Los dos días con más casos han sido el 2 de julio (10,109) y el sábado 27 de junio (9,585).
Los expertos señalan que las próximas dos semanas serán críticas en la lucha contra el nuevo coronavirus en Florida.
Si no se logra frenar el avance, se podría llegar a una crisis hospitalaria en los lugares donde están los principales focos de la enfermedad, especialmente el condado de Miami-Dade, que llegó hoy a los 41,753 casos, con 1,488 nuevos, y sus vecinos del sureste del estado.
Broward acumula 17,897 casos, de ellos 406 fatales, y Palm Beach, 15,169, con 536 muertes hasta el día de hoy.
Según la web de la universidad Johns Hopkins, Miami-Dade es el noveno condado con más casos de COVID-19 en todo Estados Unidos y el decimonoveno en número de muertes (a día de hoy 1.034).
El alcalde del condado, Carlos Giménez, ha tomado medidas como hacer obligatorio el uso de mascarillas en lugares públicos cerrados y al aire libre y ha vuelto a imponer el toque de queda nocturno que estuvo vigente durante la etapa de confinamiento.
Además, ha cerrado las playas durante el fin de semana largo del 4 de Julio, Día de la Independencia de EE.UU,. y acortado los horarios o cerrado temporalmente los lugares de diversión para evitar aglomeraciones de personas sin guardar las medidas de distancia física recomendadas.
En un mensaje dirigido hoy a la población a través de las redes sociales Giménez destacó la importancia de que "cada uno se proteja para proteger a los demás" y recordó que el derecho a la vida es uno de los principios que inspiraron el nacimiento de EE.UU. como nación, junto a la libertad y la búsqueda de la felicidad.
NADA MÁS "PATRIÓTICO" QUE LA MASCARILLA
"No hay nada más patriótico" que protegerse con una mascarilla y mantener la distancia de seguridad, porque así estás "protegiendo el derecho a la vida", subrayó.
Otros condados y ciudades, no solo del sur del estado, también en el suroeste y el centro, que son las zonas donde están los otros focos, han adoptado medidas semejantes, pero a nivel estatal la única decisión hasta ahora ha sido prohibir la venta de bebidas alcohólicas en los bares.
El gobernador Ron DeSantis, que se reunió este jueves con el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, en Tampa (Florida), insiste en la necesidad de mantener la economía activa y se niega a hacer obligatorio el uso de mascarillas.
DeSantis, fiel seguidor de Trump, ha sido criticado por médicos y científicos y también obviamente por sus oponentes políticos.
El Partido Demócrata de Florida le acusa de haber "apresurado" la reapertura del estado después del confinamiento, que prácticamente duró solo un mes.
La reactivación económica comenzó en mayo y a comienzos de junio entró en su segunda fase de las tres de las que consta el plan para "poner en pie" a Florida de nuevo.
En la segunda fase reabrieron la mayoría de los negocios no esenciales, aunque algunos han vuelto a cerrar forzosa o voluntariamente por el repunte de los casos.
En Florida, un estado muy dependiente del turismo, una de las actividades más afectadas por el COVID-19, y con un entramado empresarial dominado por empresas pequeñas que no pueden resistir mucho tiempo inactivas, la economía ha quedado muy maltrecha.
El índice de desempleo estaba en el 14.5 % en mayo, después del 13.8 % de abril, cuando a comienzos de año era de alrededor de un 3 %.
La recaudación fiscal está también tocada, pues los mayores contribuyentes (parques temáticos, cruceros, hoteles...) están o parados o dando los primeros pasos en la "nueva normalidad".