Cercano a los Bush el nuevo nominado al Supremo
El presidente de EE.UU., Donald Trump, eligió hoy a Brett Kavanaugh, un firme conservador que cuenta con el visto bueno del aparato tradicional del Partido Republicano, para ocupar un cargo vitalicio en el Tribunal Supremo, con el objetivo de inclinar la máxima corte a la derecha durante decadas.
Kavanaugh, de 53 años, tiene un perfil más conservador que el juez Anthony Kennedy, cuyo retiro abrió la vacante para el nuevo nominado, y, si es confirmado por el Senado, su llegada al Supremo consolidaría la tendencia derechista de la mayoría de jueces del tribunal -cinco-, frente a los cuatro de orientación progresista.
Este es el segundo juez nominado para el Supremo por Trump, y al igual que Neil Gorsuch, el magistrado que eligió el año pasado, el presidente seleccionó a su candidato de una lista de 25 juristas que cuentan con el visto bueno de la derecha cristiana y supuestamente se oponen al aborto y defienden el derecho a portar armas.
No obstante, en un momento de temores en la izquierda y expectativas en la derecha sobre la posibilidad de que el Supremo invalide en algún momento el fallo de 1973 que legalizó el aborto a nivel nacional, Trump insinuó que no había elegido a su candidato pensando en ese tema.
El elegido por Trump, que ahora ejerce como juez del Tribunal de Apelaciones federal del Circuito para el Distrito de Columbia, en la capital estadounidense, es muy cercano a la dinastía política republicana más famosa de EE.UU., la de los Bush.
El expresidente George W. Bush (2001-2009), que ha dejado claras en varias ocasiones sus diferencias políticas con Trump, elogió hoy en un comunicado la 'excelente decisión' del mandatario, y se deshizo en alabanzas hacia el juez que trabajó para el como consejero de la Casa Blanca y secretario de personal.
Kavanaugh tambien es muy respetado en los círculos legales conservadores, aunque no tiene la simpatía del ala más dura de los republicanos, donde voces como la del senador Ted Cruz auguraron recientemente que el juez decepcionaría a las bases derechistas.
En esas filas se critican sus opiniones supuestamente ambiguas sobre el uso de metodos anticonceptivos y la argumentación de su dictamen en 2011 sobre la reforma sanitaria del expresidente Barack Obama, que supuestamente allanó el camino para que el Supremo decretara la constitucionalidad de esa norma.
Pero Kavanaugh tambien ha generado miedos entre los progresistas, alarmados ante el probable giro a la derecha del tribunal, y el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, prometió hoy que se opondrá a su nominación 'con todo' su 'ser'.
A Trump le bastará una mayoría simple para confirmar a Kavanaugh, pero los republicanos solo controlan 51 de los 100 escaños del Senado, y uno de ellos no cuenta porque pertenece a John McCain, que se encuentra en tratamiento por su cáncer cerebral.
Si los demócratas votaran en bloque -algo que no está claro, dado que tres de ellos afrontan duras campañas de reelección en estados conservadores en las elecciones legislativas de noviembre-, solo necesitarían convencer a un republicano de votar en contra del candidato de Trump para hundirlo.