EE.UU. apuesta por cambios en la ONU ya que cree que se ha quedado 'obsoleta'
Estados Unidos considera que Naciones Unidas se ha quedado 'obsoleta' y quiere impulsar cambios importantes en la organización, donde este mes preside el Consejo de Seguridad por primera vez desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
'Lo que ha pasado en esta organización es lo mismo que le pasa a toda organización: se quedan obsoletas con el tiempo. Dedican más tiempo a hablar y menos a actuar', dijo hoy Nikki Haley, la representante de Washington en la ONU.
Haley dirigirá durante abril el trabajo del Consejo de Seguridad y busca un 'cambio de cultura' que haga a Naciones Unidas más eficiente y valiosa, según explicó en una conferencia de prensa.
La embajadora insistió en que su objetivo es poder mostrar a los estadounidenses la valía de la organización, que ha sido muy criticada por el propio Trump.
Y para ello, Haley considera fundamental introducir reformas importantes, un proceso en el que está trabajando estrechamente con el nuevo secretario general, António Guterres, según aseguró.
Algunos cambios se verán ya este mes en el Consejo de Seguridad, donde EE.UU. ha organizado un debate sobre las operaciones de mantenimiento de la paz, uno de los primeros aspectos de la ONU que Washington quiere revisar.
'Nuestro objetivo es asegurar que (las misiones) trabajan para la gente sobre el terreno', explicó Haley, cuyo país es el principal contribuyente financiero de las misiones y quiere recortar los fondos que dedica a Naciones Unidas.
También cambiará el tradicional debate mensual sobre el conflicto palestino-israelí, que en esta ocasión se convertirá en una discusión más amplia sobre la situación en Oriente Medio.
'Vamos a hablar del apoyo de Irán al terrorismo, del Gobierno sirio, de Hizbulá en el Líbano, de Hamás... Todos los otros asuntos que tienen que ver, porque creemos que muchas veces se ignoran', dijo Haley, quien ha denunciado en varias ocasiones una supuesta obsesión en la ONU con Israel, el gran aliado de su país.
Corea del Norte será el tercer gran eje de la presidencia estadounidense del Consejo de Seguridad, con una reunión ministerial que presidirá el secretario de Estado, Rex Tillerson.
Durante abril el Consejo abordará además varias cuestiones de su agenda habitual como la guerra Siria, donde la prioridad de Estados Unidos pasa por derrotar a los yihadistas del Estado Islámico (EI).
En ese sentido, Haley dijo hoy que su país va a cooperar con quien sea necesario en la lucha contra el EI, incluso con países donde hay preocupación por la situación de los derechos humanos.
La embajadora no cerró la puerta ni siquiera a trabajar con el presidente sirio, Bachar al Asad, aunque dejó claro que no es algo que esté sobre la mesa ahora mismo.
'No sentimos ningún amor por él, lo hemos dejado muy claro. Creemos que es un obstáculo para la paz. Es un criminal de guerra', dijo Haley, que sin embargo insistió en que el objetivo de Washington es 'hacer lo que sea necesario para derrotar al EI'.
Los derechos humanos se presentan, precisamente, como un asunto que puede enfrentar este mes a EE.UU. con Rusia y China.
Washington quiere celebrar el próximo 18 de abril un debate sobre el tema, mientras que Moscú y Pekín insisten en que ello no es competencia del Consejo de Seguridad y por ahora se han opuesto a la sesión.
Haley insistió durante su conferencia de prensa en el mensaje de dureza que ha tratado de presentar desde su llegada a la ONU, cuando advirtió que su país va a mostrar su fuerza en la organización y 'anotar los nombres' de quienes no le respalden.
Así, subrayó que va a hablar siempre con franqueza -se definió como 'la que dice las verdades'- e insistió en que EE.UU. no se va a dejar empujar por otros en Naciones Unidas.
'Damos mucho dinero al proceso y a la comunidad internacional en conjunto, y nadie quiere que se le subestime. No creo que sea pedir mucho', apuntó.