Log In


Reset Password
SAN JUAN WEATHER
Mundo

Los cubanos bajan sus expectativas tras dos años de deshielo y dudan de Trump

La Habana - Dos años despues del sorpresivo anuncio del deshielo con EE.UU., los cubanos encaran ese proceso con las expectativas un tanto apagadas, sin grandes cambios en su día a día, pero con cierto temor sobre las intenciones del presidente electo Donald Trump, partidario de renegociar un mejor acuerdo.

'Aquí cada día hay que pasar más trabajo para salir adelante. Ahora gano más que hace unos años pero no llego a fin de mes', contaba a Efe Mariela, de 52 años, que trabaja limpiando casas de extranjeros, quienes le pagan unos 200 dólares al mes.

Con dos hijos y dos nietos a su cargo, Mariela se pregunta cómo hace la gente que vive con el salario medio cubano de los 25 dólares mensuales: 'A mí el deshielo con EE.UU. no me afecta para nada, es política, yo sólo sé que cada vez que voy al supermercado todo es más caro'.

En los últimos dos años, al calor del acercamiento con EE.UU., la isla ha acogido un 'boom' de turismo -este año se espera sobrepasar el récord de los 3,5 millones de turistas de 2015- y de empresarios extranjeros atraídos por las oportunidades que se abren en una isla que necesita una inyección anual de 2,500 millones de dólares; lo que empuja al alza el precio de productos y servicios básicos.

Hoy, 17 de diciembre, los cubanos celebran con tributos y promesas la festividad de San Lázaro, patrón de Cuba, a quien muchos le atribuían hace dos años 'el milagro' del restablecimiento de relaciones con Estados Unidos, y el santuario en su honor en Santiago de las Vegas, a unos 40 kilómetros de La Habana, está lleno de creyentes que acuden a pagarle promesas.

'Yo no sé de política, sólo sé que el cubano está preocupado', afirma Yordalys, que ha caminado a pie 72 kilómetros desde su casa, un pueblito de la provincia de Mayabeque, hasta el santuario de San Lázaro, cuando se le pregunta sobre el qué pasará cuando Donald Trump asuma la presidencia de EE.UU en un mes.

Para esta 'guajira' (campesina), en Cuba la gente sigue su día a día con normalidad, 'muy tristes' en las últimas semanas por la pérdida del que fue su líder y patriarca, Fidel Castro, fallecido el pasado 25 de noviembre a los 90 años, y con cierta inquietud respecto a las intenciones de Donald Trump.

'Claro que ha habido cambios, por ejemplo las facilidades para abrir negocios', apunta a las puertas del santuario Lucía, una camarera de una cafetería particular, uno de los negocios más florecientes dentro del incipiente sector privado que el presidente Raúl Castro está abriendo poco a poco en la isla comunista.

Más allá de las dificultades del cubano medio para salir adelante con exiguos salarios y una inflación rampante, lo cierto es que las reformas impulsadas por Raúl Castro hace seis años, cimentadas sobre el sector privado y la inversión foránea, están empezando a cristalizar y hay un reducido sector de la población que se beneficia de ese nuevo contexto.

En el terreno económico, el deshielo con EE.UU. no ha permitido grandes cambios ante la vigencia del embargo económico, con notables excepciones como la reanudación, el pasado agosto, de los vuelos regulares entre los dos países tras medio siglo interrumpidos, y leves mejoras en telecomunicaciones.

A la espera de que Trump asuma la presidencia y con pocas pistas sobre sus verdaderas intenciones con Cuba, el Gobierno cubano y la Administración de Barack Obama han acelerado las negociaciones para cerrar lo antes posible acuerdos que están en el tintero.

'La estrategia es seguir trabajando como si no pasara nada y esperar con cierta cautela a que Trump desvele sus cartas', indicó a Efe el analista y exdiplomático cubano Carlos Alzugaray.

El Gobierno cubano ha expresado su deseo de seguir avanzando en la normalización de relaciones en la era Trump, pero con un diálogo basado en el 'respeto mutuo' y 'sin concesiones'; lo que no parece compatible con la intención expresa del magnate estadounidense de revertir el deshielo a no ser que la isla esté dispuesta a negociar un 'mejor acuerdo para el pueblo cubano y Estados Unidos'.

'Hay una posibilidad real de que todo se vire para atrás; aunque hay cosas que creo que son irreversibles, como la retirada de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo o la reapertura de la embajada', indicó Alzugaray.

Los derechos humanos son el tema más delicado en la relación con EE.UU. y Trump -apoyado por un poderoso sector de cubano-estadounidenses anticastristas- ha esgrimido mejoras en ese asunto como requisito para dialogar con las autoridades con la isla, que consideran ese debate como una intromisión en sus asuntos internos.

Precisamente hoy se conoció que la abogada estadounidense Kimberley Motley fue ayer interrogada, retenida y posteriormente liberada por las autoridades cubanas en La Habana, donde se encontraba para asistir al grafitero opositor Danilo Maldonado 'El Sexto', encarcelado por pintar 'Se fue' en un céntrico lugar de la ciudad poco después de anunciarse la muerte de Fidel Castro.