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En Cuba lo lloran y en Miami gozan en su nombre

La Habana - El son enmudece y el ron no corre en una Cuba que empieza a vivir sin Fidel. La muerte de Fidel Castro que tantas veces se anunció en falso en los últimos años es cierta esta vez, y la marcha del líder revolucionario empieza a calar en una Cuba de duelo en la que por nueve días las notas del son cubano permanecerán mudas, cerradas las botellas de ron y enlutadas las banderas.

Ha transcurrido un día y medio desde que el presidente cubano, Raúl Castro, anunció al filo de la medianoche la muerte de su hermano mayor, y la extraña calma que se vivió en las horas posteriores de la noticia porque muchos cubanos estaban durmiendo ha dado paso a la vertiginosa preparación de los fastos fúnebres.

Superado el estupor inicial en una isla que llegó a creer que Fidel era inmortal, fotografías del barbado comandante fallecido a los 90 años en La Habana—aún no queda claro si en su casa o en un hospital—empiezan a aparecer en balcones, negocios y fachadas, al igual que banderas cubanas con crespones negros.

La figura del exmandatario monopoliza también la programación que emite el canal estatal de la televisión cubana y visten de riguroso luto sus presentadores, figuras muy familiares para los habitantes de un país de silencios en el que el noticiero estatal es de visión obligada si se quiere saber lo que ha ocurrido.

De duelo luce asimismo la prensa oficial del país. El emblemático diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, no se publica los domingos pero hoy sí salió a la calle y lo hizo impreso solo con tinta negra, sin la llamativa tipografía roja que le caracteriza.

En su portada, una sola frase: 'Cuba es Fidel'. El resto de la portada la copa un cartel del ilustrador Ares que plasma un retrato multiplicado de Fidel con uniforme y fusil, inspirado en el trabajo del fallecido artista Raúl Martínez, el principal exponente del 'pop art' revolucionario.

El duelo nacional decretado por las autoridades se traduce así en sobriedad tanto figurada como literal, pues además del cese de 'actividades y espectáculos públicos', hasta el próximo 4 de diciembre, fecha del entierro de Fidel Castro en Santiago de Cuba, rige ley seca en el país.

Suspendido también quedó el campeonato cubano de pelota o béisbol, el deporte nacional.

Con la muerte del comandante y mientras dure el luto, la bulliciosa isla, en contraste con los bailes y júbilo desbordantes de las celebraciones del exilio en Miami, se mantendrá silenciosa, enmudecido el son que habitualmente invita a los turistas al contoneo.

Por otro lado, en Miami, los exiliados cubanos continúan las celebraciones tras la muerte del exlíder revolucionario.

El barrio de la Pequeña Habana de Miami, el corazón del exilio cubano, prosigue hoy la fiesta que se desató desde la madrugada del sábado, poco después de que se diera a conocer la muerte del histórico líder Fidel Castro.

Desde primeras horas y durante la tarde de hoy las inmediaciones del icónico café Versailles, aunque en menor número que el sábado, se vieron colmadas de exiliados cubanos y personas de varias nacionalidades que festejaban la 'muerte del tirano', entre gritos por la libertad y por la instauración de la democracia en el país caribeño.

Algunos de los presentes en la icónica calle ocho utilizan las cámaras de las televisiones locales como ventana para volcar una catarsis colectiva, tras largas décadas de espera, en la que no escasean las palabras cortadas, los ojos con lágrimas, el recuerdo a los caídos y hasta deseos de algún tipo justicia.

'Quiero que las cenizas de Fidel sean arrojadas en el mar del estrecho de Florida, donde tantos cubanos murieron por huir de la dictadura', dijo una mujer a la cadena local Telemundo, rodeada de carteles en los que se leía 'No celebramos una muerte, celebramos la libertad' y copias de portadas de diarios locales con el titular 'Muere Fidel'.

A unos metros del Versailles, integrantes del movimiento opositor cubano Damas de Blanco realizaron una pequeña caminata, acompañados de seis miembros de la Asociación de Veteranos de la Brigada 2506, para pedir la unión de todas las organizaciones del exilio y la disidencia en la lucha por la libertad y la democracia en la isla.

'Es utópico decir que en dos días o tres meses caerá (el castrismo), pero será diferente, porque el símbolo, un ídolo, se murió y no será lo mismo', consideró en declaraciones a Efe María Elena Alpizar, cofundadora y portavoz del grupo, respecto al futuro de una Cuba sin Fidel.

La mujer fue una de las que participó este mediodía en una rueda de prensa desarrollada en la Casa Museo de la Brigada 2506, en la que se convocó a una concentración masiva el próximo miércoles, frente al Monumento a los caídos en la playa Girón, en el barrio de La Pequeña Habana, para pedir por la 'libertad y democracia en Cuba'.

La concentración consistirá en un 'acto conciso y poderoso' que quiere llevar un mensaje de unidad y 'un llamado a la acción de la resistencia cubana', según un manifiesto que leyó en una rueda de prensa el presidente de la Asociación de Veteranos de la Brigada 2506, Humberto Argüelles.

'Es necesario mantener la presión y la movilización', porque 'el tirano ha muerto, pero la tiranía permanece', destaca el documento.

'La herida nunca se ha cerrado', reconoció el titular de la asociación de veteranos, tras recordar el objetivo de la Brigada 2506, compuesta por exiliados antiscastristas que participaron en la fallida invasión de Bahía Cochinos (Cuba) en 1961, y que buscaba derrocar al Gobierno de Fidel Castro y establecer una democracia en la isla.

'No se pudo lograr. Y él murió tranquilo en su cama y nosotros estamos todavía con las ganas de ver una Cuba libre', agregó el activista, quien en la rueda de prensa confesó que hubiera querido ver al difunto líder 'en el paredón, para que sepa todo lo que hizo y sufriera en su pellejo lo que hizo pasar a mucha gente'.

El activista previó más represión en la isla en el futuro inmediato, porque Raúl Castro va a tener que 'apretar más los tornillos para mantener el poder en Cuba'.

'Sin odio, pero con amor a la justicia... prohibido olvidar', señaló a su turno, el presidente del grupo Presidio Político Cubano, José Luis Fernández, quien sumó su voz al llamado para la concentración del miércoles en Miami.

En Cuba están lidiando con la muerte. (EFE)
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