Ciudad de México celebra primer desfile de Día de Muertos
La muerte recorrió hoy las calles de la Ciudad de Mexico con el primer desfile convocado con motivo del Día de Muertos, un evento que se llenó de la tradición del país y que además retomó elementos utilizados para algunas escenas de la última película protagonizada por el agente James Bond.
Miles de personas se acercaron hasta el centro de la ciudad para ver el desfile, dividido en tres segmentos y que partió a las 3:00 pm hora local desde el Ángel de la Independencia rumbo al Zócalo.
El recorrido abrió con el aroma del incienso y el sonido de la percusión con 'El viaje a Mictlán', parte que recogió las tradiciones prehispánicas en torno a la muerte con personajes como los xoloitzcuintles, perros guardianes que fueron representados con títeres de gomaespuma.
Bernardino Barrera, quien encabezó uno de los grupos del desfile inspirados en los pueblos precolombinos, dijo que celebran con alegría esta 'tradición milenaria' que es honrar a los muertos.
'También nosotros alguna vez partiremos a ese lugar que se llama Mictlán (el inframundo mexica) (...) la muerte es algo hermoso, es una transformación, así como la oruga muere para que la mariposa pueda volar', indicó Barrera aferrado a un casco con la forma del jaguar.
También estuvieron presentes los diablos de Teloloapan; una tradición que remite al momento en el que el pueblo de Guerrero (estado del sur del país) ideó una estrategia para enfrentarse a los españoles durante la Guerra de Independencia (1810-1821).
Los participantes pasearon cubiertos con grandes máscaras, creadas para asustar a los españoles, y dando fuertes latigazos contra el suelo, que fueron utilizados para que sus enemigos pensaran que eran disparos.
La segunda parte del desfile, llamada 'La muerte niña', se situó en el México virreinal, después de la independencia del país.
Allí se pudieron contemplar a mujeres que, con largos vestidos blancos y calaveras en la cintura, ejercieron como representaciones de los altares blancos de Huaquechula, típicos del central estado de Puebla.
Las siguieron jóvenes que simbolizaban los retratos que se hacían, a finales del siglo XIX y principios del XX, a los niños que fallecían.
Acróbatas, malabares cariocas y disfraces de los elementos tradicionales de los altares de muertos dieron paso a 'Pa'l panteón', última parte del desfile, más próximo a cómo se vive a día de hoy la festividad y con un tono alegre en el que hubo cabida para música contemporánea.
Destacaron las figuras más recurrentes durante estas festividades en México, las Catrinas, esqueletos femeninos nacidos de la imaginación de José Guadalupe Posadas, que pasearon bailando y llevando sus inseparables vestidos elegantes y sombrillas.
Una veintena de bicicletas circularon transportando carteles con eufemismos mexicanos utilizados cuando muere alguien, como 'ya se petateó', 'anda de minero' o 'chupó faros'.
En esta última parte fue cuando pudieron contemplarse los grandes esqueletos empleados en la secuencia de apertura de 'Spectre', la última entrega del agente 007, en la que puede verse a James Bond en un desfile del Día de Muertos celebrado en pleno corazón de la ciudad, inexistente en el momento del rodaje pero que ha sido la inspiración para el evento de hoy.
El desfile se cerró con una carroza que asemejaba un altar de muertos, en los que se dispusieron imágenes de personajes que son recordados con cariño por los mexicanos, como el cantante Juan Gabriel, el humorista Roberto Gómez Bolaños y el actor Mario Moreno 'Cantinflas'.
Entre el público asistente se pudieron discernir personas vestidas y maquilladas con motivos típicos del Día de Muertos, así como niños que prefirieron ataviarse con disfraces alternativos, como de personajes Disney, de Batman o de calabaza.
'La realidad es que las tradiciones en México están muy arraigadas, esto es para que toda la gente conozca que tenemos este tipo de tradiciones', afirmó a Efe Yolanda, una capitalina que se acercó al desfile con su hija y su madre.
Añadió que el evento 'está padre' para conocer la ciudad, pero también para que los visitantes descubran 'esas partes más pequeñas, más íntimas de la cultura' de todo el país.