Trump modera su discurso para encarar la parte más dura de la campaña
El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, ha dejado de hablar de una 'fuerza de deportación' y ahora dice que su muro tendrá 'puertas muy bonitas', preparándose para dos meses en los que llegarán los debates cara a cara y en los que los indecisos determinarán la contienda.
Hasta el muro con México, su propuesta estrella, tendrá ahora 'hermosas puertas', según los últimos comentarios de Trump, que intentan alejarle de esa imagen de racista, que su rival, la demócrata Hillary Clinton, intenta ahora explotar.
Queda un mes para el primer cara a cara entre Trump y Clinton, el 26 de septiembre, y el polémico candidato republicano está comenzando un viraje en su discurso que le ha valido críticas a diestra y siniestra.
El exlíder de la mayoría republicana de la Cámara de Representantes Eric Cantor bromeó esta semana que el plan de Trump, que limitaría las deportaciones a los indocumentados con antecedentes criminales, es el mismo que el propuesto por su exrival en las primarias y exgobernador de Florida Jeb Bush.
A Bush la moderación de Trump en inmigración no pareció hacerle gracia alguna y en una entrevista el jueves en una emisora de radio de Nueva York dijo que 'es preocupante, después de todas las cosas que Donald Trump ha dicho, que parezca estar en plena metamorfosis'.
Trump, que sigue detrás de Clinton en las encuestas, ha asegurado que las personas indocumentadas que paguen sus impuestos y que no tengan antecedentes penales podrán regularizar su situación, algo que suena muy similar a la propuesta apoyada por Bush, criticado durante las primarias por el magnate por proponer una 'amnistía'.
'Tienen que pagar sus impuestos pasados. Tienen que pagar impuestos. No es una amnistía tal cual. No hay amnistía, pero trabajaremos con ellos', aseguró Trump el miércoles en una entrevista con el canal conservador Fox News.
'Me encuentro a diario con miles de personas y me dicen: Señor Trump, yo le amo, pero tomar a una persona que lleva a aquí 15 ó 20 años y sacarlo a él y su familia es muy duro', explicaba en la entrevista Trump, cuyo resurgir desde la nada en la etapa de primarias se debió principalmente a su discurso anti-inmigrante.
El sábado en Iowa, el magnate prometió expulsar del país a los 'inmigrantes ilegales criminales' en 'la primera hora' de su mandato, pero evitó explicar su plan para los que no tienen historial delictivo.
Trump está haciendo algo que parecía imposible, reconducir su discurso populista para apelar a los votantes más moderados, los hispanos y los afroamericanos, cuyos apoyos son vitales para poder ganar las elecciones presidenciales del 8 de noviembre.
El congresista ultraconservador de Iowa Steve King, dijo esta semana en una entrevista con ABC News que los matices en el discurso de Trump sobre inmigración le pueden restar el apoyo de su base de votantes, aquellos que en los mítines gritan 'construye el muro'.
King ha dicho que el nuevo discurso de Trump es un 'error' que le 'inquieta'. 'Está bien moderar algunas cosas, pero no está bien permitir a la gente violar las leyes y ser recompensados por ello', aseveró King.
En opinión del congresista 'si se pierde el apoyo vigoroso de la base, es muy difícil construir una coalición ganadora para imponerse en las elecciones generales'.
No obstante, los analistas políticos opinan lo contrario: solo con el voto de blancos, de baja formación y ámbito rural, es casi matemáticamente imposible imponerse a Clinton, especialmente en estados clave como Pensilvania, Colorado, Nevada o Florida.
Trump acusó a Clinton en una entrevista con CNN de ser una demagoga por no apoyar políticas que hayan beneficiado a afroamericanos e hispanos, al tiempo que recurrió a comentarios de la exprimera dama en los años 90 en los que pide mano dura contra los 'superdepredadores', un término con el que se refirió a los jóvenes negros criticado por los activistas como racista.
Por su parte Clinton ha comenzado a esforzarse en poner en evidencia los comentarios de tinte racista de Trump y lo ha llamado 'paranoico y prejuicioso' que ha adoptado un discurso o comentarios de la ultraderecha.
Estas parece que serán las líneas maestras que marcarán el primer debate presidencial y la recta final de las elecciones, que comenzará en septiembre, con el fin de las vacaciones estivales, e intensificarán la estrategia final en la búsqueda del voto indeciso y de las minorías.
Por otro lado, e l candidato republicano a la Vicepresidencia de EE.UU., Mike Pence, reafirmó hoy que si Donald Trump gana las elecciones de noviembre no habrá ninguna vía para la legalización de los inmigrantes indocumentados si no dejan primero el país.
En una entrevista en CNN, Pence aseguró que la política migratoria de la fórmula presidencial republicana 'no ha cambiado' y prometió un 'mecanismo para lidiar con las personas (indocumentadas) que están en el país'.
'Será justo. Será duro. Pero no habrá vía a la legalización, no habrá vía a la ciudadanía si no dejan el país', agregó.
Las declaraciones del gobernador de Indiana llegan en una semana de confusión sobre el mensaje migratorio de Trump, que pareció suavizar al abrir la puerta a no deportar al total de los 11 millones de indocumentados como había prometido.
El sábado en Iowa prometió expulsar a los 'inmigrantes ilegales criminales' en 'la primera hora' de su mandato, pero evito referirse al punto clave: cuál es su plan para los que no tienen historial delictivo.
'No ha cambiado nada en la posición de Trump para lidiar con la inmigración ilegal. Puso este asunto en el centro de la campaña presidencial en las primarias republicanas y su posición y principios han sido absolutamente consistentes', aseguró hoy Pence.
Así, recordó que su propuesta migratoria incluye garantizar la seguridad fronteriza, construir el ya famoso muro en la frontera con México y 'hacer cumplir' las leyes que ya existen.
Preguntado por si en ese plan se incluye 'la fuerza de deportación' que prometió Trump para expulsar a los 11 millones de indocumentados que se calcula viven en EE.UU., Pence evitó dar una respuesta directa.
'Lo que estaba describiendo con eso en su habitual lenguaje llano era un mecanismo, no una política', apuntó.
Pence confirmó que el magnate concretará sus planes migratorios en los próximos días pero aseguró que 'no habrá ningún cambio de principios'.
Trump hará campaña próximamente en comunidades de mayoría hispana y afroamericana, dentro de su nueva estrategia por atraer a estos dos electorados claves entre los que es muy impopular.
'Estamos planeando eventos en comunidades de color. Estamos intentando ver lo mejor en estas comunidades y escuchando sus preocupaciones, pero también sus historias de éxito', anunció hoy la jefa de campaña de Trump, Kellyanne Conway, en el programa de radio 'The Cats Roundtable' del magnate John Catsimatidis.
Trump ha sido criticado en los últimos días por dar mítines para pedir el voto afroamericano y el hispano ante audiencias mayoritariamente blancas.
El magnate añadió este sábado en Iowa un poco más de confusión a su mensaje y trató de contentar a todos, a su base y a los hispanos, reivindicando su dureza en inmigración, pero sin aclarar el tema clave: qué plan tiene para los indocumentados sin historial delictivo.
A los 'inmigrantes ilegales criminales', resaltó este sábado, los expulsará del país 'en la primera hora' de su mandato, mientras que creará un sistema de vigilancia por el que se echará de Estados Unidos 'rápidamente' a los que hayan superado el tiempo de su visado.