Supremo federal absuelve afroamericano de la pena de muerte 30 años después
El Tribunal Supremo de EE.UU. anuló hoy, lunes, la pena de muerte dictada hace casi 30 años contra Timothy Foster, un ciudadano negro que fue condenado en el estado sureño de Georgia por un jurado compuesto en su totalidad por ciudadanos blancos.
El alto tribunal consideró hoy que hubo discriminación racial cuando, en 1987, los fiscales del caso eligieron a propósito a ciudadanos blancos para conformar el jurado y descartaron a los cuatro candidatos afroamericanos que se presentaron como voluntarios para juzgar a Foster, acusado de asesinato.
'Durante la selección del jurado para el juicio, el estado de Georgia recusó sin razón alguna a los cuatro candidatos negros que se presentaron para formar parte del jurado', destacó el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, en la sentencia dictada hoy y de 54 páginas.
Para el magistrado, la decisión de eliminar a los candidatos negros 'estuvo motivada substancialmente por la raza' y, por ello, viola el principio de igualdad establecido en la Constitución.
Con siete votos a favor y uno en contra, los jueces de la máxima instancia judicial de EE.UU. anularon la sentencia contra Foster, quien hace 30 años en su juicio admitió haber participado en el asesinato de una mujer blanca de 79 años en Georgia.
A pesar de la admisión de culpa, los abogados de Foster argumentan que el afroamericano fue sentenciado a la pena máxima y no recibió un castigo inferior porque el jurado rechazó considerar las pruebas que apuntaban a que Foster sufría una grave enfermedad mental que le impedía ser consciente de sus actos.
Unas notas de los fiscales de Georgia, encontradas casi 20 años después de la sentencia, mostraron que cada uno de los cuatro candidatos afroamericanos a formar parte del jurado había sido identificado con una 'B' (de 'black', negro en inglés) al lado de su nombre, con el fin supuestamente de descartarlos para el jurado.
En su sentencia de hoy, el alto tribunal consideró que la condena de Foster supuso una clara violación de las reglas que el propio Tribunal Supremo implementó en 1986 para evitar la discriminación racial en la selección de los miembros del jurado.
Como resultado de la decisión del Tribunal Supremo, los abogados de Foster podrán pedir un nuevo juicio que examine de nuevo el caso, 29 años después de que el acusado fuese condenado a muerte.
Para la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP, en inglés), la principal organización del país de defensa de los afroamericanos, este es uno de los casos que muestra la discriminación que sufren los ciudadanos negros en las cortes a la hora de recibir justicia.
La decisión sobre el caso de Foster llega en un momento en que varias organizaciones cuestionan el sistema judicial de Estados Unidos después de la muerte de varios ciudadanos afroamericanos a manos de policías blancos, que luego quedaron libres de cargos.