Gobierno británico aumentará número de agentes para la lucha antiterrorista
El ministro británico de Economía, George Osborne, anunció hoy que el Reino Unido aumentará el número de agentes de los servicios secretos que se dedicarán a investigar y frustrar posibles atentados terroristas contra el país.
'Puedo confirmar que en los próximos cinco años vamos a aumentar considerablemente el número de personas en las tres agencias de inteligencia del Gobierno para que investiguen, analicen y ayuden a desbaratar complots terroristas', dijo Osborne en un discurso en la institución académica Imperial College, en Londres.
Las tres agencias corresponden a los servicios de inteligencia MI5 (interno), MI6 (externo) y el centro de escuchas GCHQ, ubicado en la localidad de Cheltenham, oeste de Inglaterra.
El ministro resaltó que los detalles de la medida serán dados a conocer a finales de noviembre por el Gobierno.
Osborne se refirió al caso del avión ruso siniestrado hace una semana en la península del Sinaí, que Londres sospecha fue derribado por una bomba, para resaltar la necesidad de aumentar el aumento de agentes.
'A medida que la naturaleza de la guerra, el espionaje y el terrorismo cambia, nosotros tenemos que cambiar con ella. Internet, central para la vida moderna, aporta nuevas maneras para que nuestros enemigos planifiquen y actúen contra nosotros', dijo.
'La amenaza de terroristas, de ideologías radicales, necesitan ser desafiadas de frente. La probable suerte del avión ruso en el Sinaí es un recuerdo doloroso de ello', subrayó.
El avión ruso, que volaba a San Petersburgo, se estrelló el sábado 31 de octubre poco después de despegar de la localidad turística egipcia de Sharm el Sheij con 224 personas a bordo.
La semana pasada, la ministra británica de Interior, Theresa May, presentó en el Parlamento un proyecto de ley que permitirá facilitar a las fuerzas de seguridad los poderes para acceder a la actividad de internet de delincuentes o sospechosos terroristas.
El objetivo del proyecto es actualizar los poderes de los servicios de inteligencia para vigilar e interceptar las comunicaciones de sospechosos terroristas, grupos criminales organizados o redes de pederastia, pues las leyes en vigor han quedado desfasadas ante la velocidad de los avances tecnológicos.