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Declaran culpables a los padres de una menor asesinada en España (vídeo)

Un jurado popular declaró hoy culpables de la muerte violenta de su hija de doce años a unos padres de Galicia (noroeste), en un caso que desde hace dos años es ampliamente seguido por los medios de comunicación españoles.

Corresponderá ahora al juez fijar la pena de cárcel concreta para los padres, Alfonso Basterra y Rosario Porto, para los que la fiscalía pidió dieciocho años de prisión y las acusaciones particulares veinte.

El cadáver de Asunta, adoptada por Alfonso y Rosario cuando era un bebé, fue hallado en un camino forestal de una pequeña localidad gallega el 22 de septiembre de 2013 con síntomas de asfixia.

Después de cuatro semanas de juicio y cuatro días de deliberaciones, los nueve integrantes del jurado coincidieron en que la niña no tuvo posibilidad alguna de defenderse, tal como figura en su resolución, acordada por unanimidad.

Los dos padres, separados ya en la época del suceso, escucharon en la sala del juzgado el fallo del jurado, contra el que cabe recurso.

Los jurados no han encontrado 'hechos no probados' en la relación de testimonios y peritajes presentados durante el juicio y, asimismo, no se mostraron favorables a un eventual indulto o a la suspensión de la pena.

Alfonso Basterra y Rosario Porto eran los únicos acusados del asesinato de su única hija, Asunta, y poco después de la muerte de la niña ingresaron en prisión provisional.

Durante el juicio los dos se declararon inocentes y sus abogados reclamaron la libre absolución.

La niña, de origen chino, fue encontrada por dos viandantes en una pista forestal de la provincia de La Coruña cercana a una casa propiedad de la familia, y en la que supuestamente pasó la tarde de aquella jornada clave su madre, Rosario Porto.

Según el relato dado por los padres de la niña, ambos comieron con su hija en casa de Alfonso Basterra ese 21 de septiembre, cuando pereció la menor.

Se trató aquel de un almuerzo que, según ellos, transcurrió de forma totalmente normal y del que Asunta salió en perfectas condiciones, para ir precisamente camino del piso de la madre y realizar tareas escolares.

La autopsia reveló que la pequeña, durante o después de la comida, tuvo que ingerir hasta veintisiete pastillas de un ansiolítico que consumía su madre y que durante ese verano adquirió su padre en un despacho farmacéutico.

Alfonso Basterra contó que vio por última vez a su hija en esa comida y Rosario Porto admitió que la pequeña la acompañó a la casa familiar cercana a la pista de Teo en la que fue encontrada, aunque insistió en que después la devolvió a Santiago de Compostela a casa de otros familiares.

Las cámaras de vigilancia de diversos edificios de Santiago, en cambio, solo exhiben un único viaje de la madre hacia las casa rural, con Asunta, y otro de vuelta, ya sin la niña.

(EFE)
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