El Gobierno afgano elevó hoy a 115 el número de muertos y a 538 el de heridos por el terremoto de 7.5 grados que sacudió ayer el noreste del país y que ha dejado, además, miles de viviendas derruidas y todo tipo de edificios dañados.

El presidente afgano, Ashraf Gani, informó hoy en la red social Twitter de las cifras, al indicar que hay 7,630 casas, 12 escuelas, 17 mezquitas y 20 edificios de oficinas dañados en 9 de las 34 provincias afganas por el seísmo.

El terremoto se registró alrededor de las 13.30 hora local (9.00 GMT) en Badakhshan, en el noreste del país, una provincia fronteriza con Tayikistán, China y Pakistán.

Esa provincia junto a las de Takhar (noreste), Baghlan (norte) y Nuristan, Laghman, Nangarhar y Kunar (en el este) son las más afectadas y en las que se ha registrado el mayor número de víctimas hasta el momento.

Las labores de rescate avanzan hoy con lentitud en el país asiático debido al bloqueo de varias carreteras en la provincias de Badakhshan, la colindante Nuristan y Kunar, las más golpeadas por el seísmo.

El terremoto, que sacudió la zona del Hinkush una zona montañosa que forma parte de la cordillera del Himalaya y que comparten Afganistán y Pakistán, tuvo un fuerte impacto en el vecino territorio paquistaní.

Pakistán contabiliza hasta el momento 231 muertos y más de 1,500 heridos, especialmente en las provincias fronterizas con Afganistán, como consecuencia del seísmo, que ha tenido siete réplicas de entre 4.1 y 4.8 grados.