LA HABANA - Los cubanos dieron hoy una fervorosa bienvenida al Papa Francisco, defensor de los pobres frente al hambre, la pobreza y la opresión, y mediador en el histórico acercamiento entre Washington y La Habana.

El avión de Alitalia que trajo desde Roma al argentino Jorge Mario Bergoglio llegó a las 3:50 pm al Aeropuerto Internacional José Martí, donde lo recibieron el presidente de Cuba, Raúl Castro, y el Cardenal Jaime Ortega, Arzobispo de La Habana.

Francisco, vestido de blanco, recibió el saludo y flores de varios niños de la multitud que acudió al aeropuerto, y después los honores correspondientes a su alta investidura, que incluyo salvas de artillería.

Ambos digntarios intercambiaron discursos, en los que Castro agradeció el papel de Francisco en la mediación para el deshielo con Estados Unidos y ratificó la opción socialista 'irreversible' de su gobierno.

El Santo Padre transmitió su saludo a 'todas aquellas personas que por diversos motivos no podré encontrar' y a los cubanos dispersos por el mundo, y envió 'un saludo sincero y fraterno' a Fidel Castro.

Ratificó que irá al Santuario de la virgen de la Caridad del Cobre, 'como un peregrino más', para pedirle que este país transite por los caminos de paz, justicia y reconciliación.

Animó a los líderes politicos a avanzar por este camino como prueba del alto servicio que estan llamados a prestar en beneficio de la paz de los pueblos de toda America y, mirando a Castro, insistió en que 'el mundo necesita reconciliación'.

Después, decenas de miles de habitantes de la capital saludaron el paso del Papamóvil descubierto a lo largo de los 18 kilómetros desde la terminal aérea hasta la Nunciatura Apostólica donde pernoctará.

Francisco, reconocido como uno de los principales jefes de Estado a nivel mundial, escuchó incesantes vivas a su paso por la Avenida Rancho Boyeros, engalanada con banderas con los colores del Vaticano en una tarde nublada y con fuerte viento.

Con sus principales calles recientemente pavimentadas, una Habana engalanada exhibía telas blancas y amarillas mientras de postes y balcones pendían letreros con fotos del Sumo Pontífice y la leyenda 'Bienvenido!'.

Francisco, de 78 años, inició como 'misionero de la misericordia' su primera visita a la isla caribeña descrita como apostólica y pastoral, pero en la que no faltarán elementos políticos y grandes retos.

Francisco se ha caracterizado por salirse del estricto molde al que está acostumbrado el Vaticano y por decir lo que piensa, improvisar y no andar con rodeos para expresarse.

En sus cuatro días de estancia, el Obispo de Roma oficiará tres misas (la primera mañana en la Plaza de la Revolución), se reunirá con Raúl Castro y presumiblemente con el histórico líder Fidel Castro, para continuar el día 22 de septiembre su viaje a Estados Unidos.

En el 80 aniversario de relaciones diplomáticas de la Isla con el Vaticano, visitará del 19 al 22 de septiembre La Habana, Holguín y Santiago de Cuba, desde donde partirá hacia Estados Unidos, y el 28 estará de regreso en Roma.

Es el tercer papa que viaja a Cuba en los últimos 17 años, después de Juan Pablo II, en enero de 1998, y Benedicto XVI, en marzo de 2012. Solo Brasil comparte el privilegio de haber recibido a tres jefes del catolicismo mundial.

'Los invito a rezar conmigo por mi viaje a Cuba y los Estados Unidos. Necesito sus oraciones', dijo en un mensaje antes de partir hacia la isla caribeña el Papa 266, el primero de América Latina y el primer jesuita en ocupar tal puesto.

'Es maravilloso tenerlo aquí con nosotros, para ayudarnos en nuestras graves dificultades y abogar por la paz, el respeto, el amor y la reconciliación', dijo a NotiCel Ofelia Vázquez, una maestra jubilada de 67 años con señales de llanto en su rostro.

Opositores cubanos han expresado su deseo de que el Papa pida respeto a los derechos humanos, aunque algunos descartan grandes resultados de su visita.

El portavoz de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez, opinó que Francisco desea que su visita tenga un gran impacto, 'pero no podrá hacer milagros, porque eso depende de la voluntad política del Gobierno cubano'.

'Tenemos una crisis económica en la que llevamos mucho tiempo y no se ve solución a corto plazo', dijo un profesor de Economía que solicitó anonimato, y expresó su esperanza de que el Papa pida al gobierno más democracia y respeto a las opiniones diferentes.