Dos inspectores generales del Gobierno de Estados Unidos pidieron al departamento de Justicia que abra una investigación criminal contra la exsecretaria de Estado Hillary Clinton por el uso de su correo electrónico personal para asuntos oficiales, según publicó este jueves el New York Times.

La petición de los inspectores pretende que se determine, si la exsecretaria de Estado durante el primer mandato de Barack Obama y ahora aspirante a la candidatura demócrata a las elecciones presidenciales trató indebidamente información clasificada al hacer uso de su cuenta de correo electrónico personal.

De acuerdo con la información publicada por el rotativo neoyorquino, el departamento de Justicia, al frente del cual se encuentra la fiscal general, Loretta Lynch, todavía no ha tomado una decisión sobre si abrir o no una investigación criminal sobre la cuestión.

Este año, Clinton se vio envuelta en una polémica cuando se preparaba para presentar su candidatura a las primarias demócratas a la Presidencia, al revelarse que había utilizado su cuenta de correo electrónico privada para asuntos de interés nacional.

Ante esta situación, la oposición republicana exigió que se hicieran públicas aquellas comunicaciones que Clinton mantuvo desde su cuenta privada y que podrían atañer a la seguridad del país.

El pasado 30 de junio, el departamento de Estado publicó un nuevo paquete de correos electrónicos de Clinton correspondientes a los primeros meses de su etapa como secretaria de Estado, entre marzo y diciembre de 2009.

La de junio fue la segunda entrega de la correspondencia que Clinton mantuvo desde su cuenta privada para asuntos de interés nacional, después de que en mayo ya se desclasificasen cerca de 300 correos, en su mayoría relativos al atentado contra locales del Consulado de EE.UU. en la ciudad libia de Bengasi.

Aunque la propia Clinton había asegurado que todos los mensajes de su cuenta personal no estaban clasificados, el departamento de Estado, que examinó los correos antes de publicarlos, determinó que 25 de los contenidos en esta nueva remesa contenían información sensible y no podían ser divulgados.