Bolonia prohíbe venta de bebidas alcohólicas frías en zona universitaria
El ayuntamiento de Bolonia ha prohibido a los comerciantes del barrio universitario la venta de bebidas alcohólicas refrigeradas, una medida dirigida a evitar las reuniones de jóvenes para beber en la calle, el conocido como 'botellón', y que ha suscitado las quejas de vendedores y consumidores.
Con la llegada del verano, las calles de las ciudades italianas se llenan durante la noche de personas que beben en grupo, un fenómeno conocido en el país con dos términos españoles muy frecuentes en la prensa: 'botellón' o 'movida'.
Para evitar los inconvenientes derivados del consumo de alcohol en la calle, el alcalde de Bolonia (centro), Virginio Merola, ha prohibido a los vendedores de la zona universitaria de la ciudad la venta de bebidas alcohólicas frías.
Se tratan de pequeños negocios gestionados mayoritariamente por bangladesíes o paquistaníes que venden este tipo de productos a un precio mucho más reducido que en los bares, algo que anima a los más jóvenes a beber en la calle, según el consistorio boloñés.
Por esta razón, a partir de esta semana y hasta el próximo 15 de octubre tendrán que vender estas bebidas, como la cerveza que se suele consumir fría, a temperatura ambiente, es decir, caliente.
'La medida prevé para todos los comercios de alimentos la prohibición de tener bebidas alcohólicas de cualquier graduación en cualquier sistema de refrigeración', reza la normativa, que está vigente desde el 13 de julio.
El objetivo es 'prevenir los inconvenientes y riesgos derivados de la venta incontrolada de bebidas alcohólicas y la dispersión de sus envases'.
Esta medida está acompañada con la reducción del horario de apertura de estos negocios, que solo podrán abrir hasta las 21 horas, cuando antes echaban el cierre en torno a las 23.00 horas.
Los gestores de estas tiendas han cerrado sus puertas y han abandonado las llaves de las mismas en el ayuntamiento en señal de protesta.
En caso de infringir esta ordenanza, el ayuntamiento prevé una sanción de entre 300 y 500 euros y no excluye 'mayores y específicos procedimientos' en caso de que el multado reitere su actitud.
El concejal de Economía, Matteo Lepore, ha asegurado que tras estos negocios se esconden grupos criminales que gestionan el tráfico ilegal de bebidas alcohólicas.