El príncipe Enrique cumple su última jornada como militar
El príncipe Enrique, nieto de la reina Isabel II, cumplió hoy su última jornada como miembro de las Fuerzas Armadas británicas y pasará los próximos tres meses llevando a cabo 'labores voluntarias' de conservación natural en África, anunció hoy el palacio de Kensington, su residencia oficial en Londres.
El hijo menor de Carlos de Inglaterra y la fallecida Diana de Gales, de 30 años, que en marzo anunció que pondría fin a su carrera militar tras diez años en el Ejército, ha forjado en los últimos años un intenso vínculo con el continente africano, donde ha impulsado diversos proyectos de cooperación.
Enrique acompañará este verano a expertos en conservación natural en Namibia, Suráfrica, Tanzania y Botsuana, detalló su portavoz oficial.
En su reciente visita a Nueva Zelanda, el mes pasado, el príncipe ya mostró su interés por regresar a la región: 'En África me siento más yo mismo. He querido hacer esto durante los últimos cinco años, pero mientras estaba en la Armada jamás tuve la oportunidad de hacerlo', afirmó.
'Va a ser increíble, ya sea lanzando dardos a un león o visitando una comunidad para ver cómo están cambiando su modo de trabajar, ver cómo la cultura local acepta que un elefante tiene más valor económico para ellos vivo que si le disparan', comentó el príncipe.
Enrique decidió dejar las Fuerzas Armadas tras una década en la que estuvo dos veces destinado en Afganistán.
En 2007 tuvo que ser retirado de esa misión de forma imprevista cuando los medios revelaron su paradero, lo que podía poner en peligro su seguridad y la de sus compañeros.
En 2012, sin embargo, el hermano del príncipe Guillermo regresó a Afganistán por un periodo de cinco meses como piloto de helicópteros de combate Apache.
'Me enrolé porque desde niño me gustaba llevar ropas de combate, me divertía correr por ahí con un rifle, saltar a una zanja y vivir bajo la lluvia', relató Enrique cuando comunicó su decisión de abandonar el Ejército.
'Al crecer, se convirtió en algo más que eso, se convirtió en una oportunidad de escapar de los focos', relató el hijo pequeño de Diana de Gales.