La Habana - Da la impresión que la ciudad vieja está siendo remendada. Los edificios desvaídos posan junto a una paleta de colores sobre concreto. Paredes erosionadas exhiben sus grietas como cicatrices. Hay pedazos de techo colapsados, referentes visual de una economía que decayó en los años noventa; pero tambien hay un movimiento de reconstrucción apresurado, que se vale de esas edificaciones intactas como terreno virgen para la inversión.

Ya el Caribe comienza a traer aires de cambio. En la ciudad, han aflorado los negocios por cuenta propia. Los cubanos y cubanas cuentan con alternativas que antes sólo eran concebidas como contrabando o robo al Estado. Con las nuevas políticas del presidente, Raúl Castro, han aprovechado para abrir restaurantes, barras, 'fregaderos' de carros, tiendas de discos, peluquerías y servicios de reparaciones.

Isabel Ferrás, de 52 años, abrió hace dos meses su tercer restaurante. Los primeros dos negocios causaron tan buena impresión, que un cliente le ofreció una propiedad para abrir otro en el distrito de Vedado. Aunque se crió en plena toma de poder del partido revolucionario cuando el Estado inició la nacionalización de toda propiedad comercial, soñaba con tener su negocio desde pequeña.

Desde el período especial, cuando cayó el bloque soviético, el gobierno cubano liderado por Fidel Castro suavizó las restricciones, al legalizar los restaurantes, que antes operaban en clandestinaje, así como el transporte privado y el arrendamiento de viviendas o cuartos. En 2011, el gobierno de Raúl Castro despidió 500 mil empleados estatales, mientras apostó a políticas de 'flexibilización' del trabajo por cuenta propia. Autorizaron modalidades nuevas de trabajo y se reactivaron licencias.

IsabelFerrásabrió el restauranteKarmahace dos meses. (ErnestoSalazar/ ParaNotiCel)

Hasta febrero de este año, ejercían el trabajo por cuenta propia unas 455,577 personas, lo que representa un aumento de 65% con respecto a los 290,000 que habían hace cuatro años, según datos oficiales.

Pese a que es evidente que el modelo de socialismo está cambiando, eso no significa que se tornará en un país capitalista o que los cubanos abogan por la erosión de la estructura político-legal en la que se fundó la República. 'No hay por quépolitizarestos sitios', refutó Isabel, 'es un negocio particular de la familia para buscarnos el sustento'.

Un proceso, que toma tiempo

Administrar un negocio en Cuba tiene su propio reto. La tasa fija, que es distinta para cada negocio, no se caracteriza necesariamente por su permanencia: en su caso, ha aumentado tres veces desde 2011. Tal como sucede en Puerto Rico, se apresta para los ajustes y la experimentación fiscal. En Cuba, se paga un impuesto sobre los ingresos personales, más el 10% de las ventas de cada mes. Eso se suma a todo el requerimiento de licencia de salud pública, de planificación física y de trabajo.'Pensar que esto te hace rico en un año, es absurdo... El Estado a veces piensa eso', lamentó la mujer.

Los retos de esta nueva era del cuentapropismo encuentran su empinada más alta en el abastecimiento de productos y, como todo lo innovador, en la inexperiencia: esas fallas que se van corrigiendo de golpe. 'En este periodo, falta el queso...', resalta la dueña de la pizzería, JanelysNápoles. Los menús deben ser los más escuetos posibles, para ser consistentes con la oferta dentro de las circunstancias. 'Hoy caminé todo Miramar... No hay queso.... Estuve un día que casi tuve que dejar de vender. Al final, lo estiramos. Hicimos magia con el queso y aunque no llegaba, se lo pusimos', comentó la mujer con el delantal ajustado y el pelo recogido en trenzas.

Repatriación

Muchos cubanos piensan enemigrar, pero otros están retornando. Regresan de Italia, de España u otros países de 'primer mundo'. Nápoles no sólo volvió, sino que trajo tres souvenirs italianos: un esposo y dos hijos, además del televisor plasma donde proyecta los conciertos de Pavarotti en su restaurante 'Isla de pizza'.

En la foto, Janellys Nápoles y Alessandro Canfora, dueños de 'Isla de pizza'. (Ernesto Salazar / Para NotiCel)

'Mis amigas italianas me preguntan: 'cómo tú te has podido adaptar así tan fácil?' Pero es que yo amo mucho a Cuba... Viví quince años adorando y extrañando a Cuba', recordó.

Emilio es dueño de una barra-restaurante justo frente al hotel Capri. Regresó a Cuba hace unos años, cuando la crisis económica se recrudeció en España. 'Si todo el mundo está en crisis, qué mejor que estar en casa?', reflexionó convencido.

La experiencia que adquirió como director de marcas de la empresa Palmares, que administra los restaurante más famosos de Cuba, le dio la valentía de abrir Havanas 21. Hacer negocios en la isla tiene sus ventajas, dice. 'No hay otro lugar en el mundo donde sea más barato hacer negocios', acotó en un tono más optimista.

Cambios económicos

Pese al optimismo que ha generado el empresarismo entre quienes regresan o experimentan un aumento en sus ingresos, 'el país no va a salir de la crisis con un montón de cafeterías', como medijerauna periodista extranjera que reside en Cuba. Para eso están mirando fuera de sus fronteras hacia otros países. Brasil, España y China son algunas de las naciones, que han aprovechado la Ley deInversión Extranjera para construir el Puerto Mariel, inyectar capital en hoteles y promover las investigaciones científicas, respectivamente. Contrario a lo que sucede en Puerto Rico, el Estado asegura el 51% de la ganancia que devengan las compañías foráneas.

Entretanto, en las calles y cafetines, en las bodegas y paradas del ómnibus, el pueblo espera paciente. Siguen con atención lo que dice el diario sobre el tramado de inversionistas, con la esperanza de que las políticas nuevas se traduzcan en mejores condiciones de vida.

'Lo importante es que llegue abajo: a la gente', me dice una taxista, quien no quiere salir de la isla que ama.

'Esto tiene que mejorar', se repite convencida, 'ya está mejorando!', corrige, mientras atraviesa una calle de edificios viejos y desatendidos.

Calle de La Habana Vieja. (Laura Quintero / Para NotiCel)

Nota del Editor: NotiCel viajó en el primer vuelo directo en 50 añosde San Juan a La Habana, llevado a cabo por Turismo Tony Pérez, y que aterrizó el 27 de marzo de 2015. Busca la serie completa #andandoLaHabanasola