Forbes: independencia de Cataluña no beneficiaría a nadie
Una posible independencia de Cataluña no beneficiaría a nadie, según la revista estadounidense 'Forbes', que ve con 'considerable escepticismo' la aspiración del presidente catalán, Artur Mas, de crear un Estado independiente.
'Una potencial ruptura entre Cataluña y España no beneficia a los Estados Unidos, ni a Europa, ni a España, ni en último término a Cataluña', afirma la revista de información económica en su número de esta semana, que coincide con una visita de Mas a Nueva York para promover su plan independentista.
En el artículo, titulado 'Cataluña y los costes de la independencia', el especialista en política internacional Daniel Runde señala que el plan del presidente catalán debería 'ser más que una noticia de relleno aquí en Estados Unidos'.
'En un momento en que Europa se encuentra en medio de una tormenta política y financiera de envergadura, la aspiración del presidente Mas de crear un estado catalán independiente debería ser visto con considerable escepticismo'.
Según el autor, director del Proyecto sobre Prosperidad y Desarrollo del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos (CSIS) de Washington, 'la realidad es que una Cataluña independiente tendría que afrontar un divorcio de España complicado'.
'La economía de Cataluña -advierte- sufriría un duro golpe. Los catalanes tendrían que asumir una parte importante de la deuda de España. Este reto sería aún más complicado por la necesidad de encontrar una divisa distinta al euro, dado que España vetaría la entrada de Cataluña en la unión monetaria'.
'Simplemente por esa razón -añade-, por no mencionar la inestabilidad política, se produciría probablemente un éxodo de multinacionales y de empresas españolas a otras regiones de España'.
Además, subraya el artículo, 'una Cataluña independiente tendría, por las mismas razones, muchas dificultades para entrar en la OTAN'.
Runde considera que 'los dirigentes catalanes, el señor Mas incluido, no han presentado con honradez estos costes a los votantes catalanes'.
El texto recuerda que, 'hace menos de un año, y ante una decisión similar sobre la independencia nacional, el 55 por ciento de los escoceses votaron en contra de abandonar el Reino Unido'.
Antes de la votación, destaca, el presidente de EEUU, Barack Obama, 'se pronunció públicamente contra la independencia de Escocia'.
'Puede que el Gobierno actual de Cataluña -remarca- use su debate nacional para lograr concesiones de Madrid, pero éste es un juego peligroso'.
El artículo admite que Cataluña produce el 20 por ciento del producto interior bruto (PIB) de España, pero asegura que 'también es la región más fuertemente endeudada, y ha requerido varios rescates del Gobierno central'.
Runde concluye que, dado que 'este asunto es tan desconocido' en EEUU, Artur Mas 'obtendrá una educada pero limitada audiencia' en Nueva York, donde 'se le deberían plantear preguntas duras sobre cómo la independencia de Cataluña afectaría realmente a su pueblo y a sus oportunidades para una prosperidad a largo plazo'.