Enfrentamientos ponen en jaque el diálogo en Hong Kong
Múltiples enfrentamientos entre participantes y opositores a la ocupación estudiantil marcaron el sexto día de protestas en Hong Kong a favor de una mayor apertura democrática y han puesto en jaque el acuerdo de diálogo entre el Gobierno y los estudiantes para resolver el futuro político de la isla.
Mong Kok, uno de los barrios con mayor densidad de población del país y con una alta actividad comercial, vivió los momentos más tensos del día después de que cerca de un millar de personas acorralaran a apenas un centenar de estudiantes para exigirles que dejen las calles libres y devuelvan la normalidad al área.
La Policía trata de contener desde las tres de la tarde hora local (07.00 GMT) a los ciudadanos que pretendían asaltar la zona donde los estudiantes están acampados desde el pasado sábado.
El área de los jóvenes prodemocracia llegó a quedar reducida a apenas 20 metros cuadrados, hasta que más manifestantes acudieron en su ayuda desde otros puntos de la ciudad y retomaron una zona más grande.
Ajeno a uno y otro bando, un profesor de 42 años, dueño de una academia de lenguas en Mong Kok, Victor Mai, manifestó a Efe su apoyo a las demandas de los estudiantes pero también su malestar por la forma en la que están llevando a cabo las manifestaciones.
'Estoy con ellos (los estudiantes), pero nos están tratando como a secuestrados para presionar al Gobierno de Hong Kong. Tendrían que protestar en un parque, pero no perjudicando a sus propios conciudadanos', indicó el profesor, presente en los altercados pero sin estar envuelto en ellos.
Natalie Ting, una administrativa de Hong Kong que acudió a apoyar a los estudiantes cuando vio en las redes sociales las imágenes de lo que estaba sucediendo a metros de su casa, explicó a Efe: 'La Policía nos ha dicho que nos quitemos los lazos amarillos -símbolo de la protesta- para evitar enfrentamientos con los ciudadanos, ya que la situación se está volviendo violenta y parecen incapaces de controlarlos' .
'Apenas hay suficientes policías para tanta gente descontrolada y no nos están ayudando mientras nos están insultando, acosando, nos han tirado botellas de agua y han tratado de agredirnos', aseguró a Efe Lie Hu, de 24 años.
Según Hu, muchos de los ciudadanos antiocupación han llegado a la zona en autobuses fletados desde la frontera con la ciudad china de Shenzhen por 'el Gobierno de Pekín, que les ha pagado para estar aquí'.
'Llegaron de la nada, son gente pagada por el Gobierno, no son de aquí, no hablan bien cantonés (dialecto que se habla en Hong Kong)', explicó a Efe una joven de 26 años llamada Cynthia, integrante del movimiento prodemocrático, que ha demostrado ser muy pacífico estos seis días.
Además de Mong Kok, también se produjeron altercados en otras zonas de la ciudad, como en Causeway Bay, zona comercial muy popular entre los turistas chinos del continente, si bien la tensión fue controlada rápidamente.
Las organizaciones que lideran el movimiento civil denominado popularmente como la 'revolución de los paraguas' -Occupy Central, la Federación de Estudiantes de Hong Kong y Scholarism- han emitido un comunicado conjunto advirtiendo al Gobierno de Hong Kong de que intervenga para frenar el acoso a los manifestantes cuanto antes o cancelarían la propuesta de diálogo acordada esta mañana entre ambas partes.
La sexta jornada de manifestaciones amaneció con menos integrantes que en días anteriores, horas después de que el jefe del Ejecutivo de Hong Kong, Leung Chun-ying, abriera la vía del diálogo para buscar una solución.
Leung rompió la tensión en el ambiente anoche anunciando el diálogo con los estudiantes minutos antes de que concluyera el plazo estipulado por los estudiantes para que dimitiera o se recrudecerían las protestas.
Las principales organizaciones abanderadas de la protesta aceptaron la vía de un diálogo a cambio de que sea abierto al público, si bien reiteraron que el jefe del Gobierno local debe dimitir del puesto.
En opinión de Martin Lee, uno de los fundadores del Partido Democrático de Hong Kong y una prominente figura en el desarrollo democrático de la isla, al jefe del Ejecutivo no le queda otra opción más que retirarse.
'La labor del Gobierno es la de resolver este problema y está en sus manos ahora lo que pueda pasar', subrayó a Efe, y lanzó una pregunta al aire: 'Los manifestantes han dado una lección al mundo actuando con respeto y pacíficamente, de qué forma pueden causar algún daño a la democracia?'.