Californianos continúan bloqueo de indocumentados
Residentes de Murrieta, en California, anunciaron que mantendrán el bloqueo de autobuses de la Patrulla Fronteriza cargados con inmigrantes detenidos en Texas luego de entrar ilegalmente a Estados Unidos.
Con el liderazgo del alcalde Alan Long, cientos de manifestantes mostraron su inconformidad y preocupación ante la decisión 'no consultada' de las autoridades federales de procesar a los indocumentados en esa ciudad para luego liberarlos y que se reúnan con sus familiares en EE.UU.
'Las acciones de la Patrulla Fronteriza están afectando la seguridad de Murrieta y creando un problema social que luego las autoridades de inmigración no ayudarán a solucionar', dijo a Efe Beverly Cater, residente de la ciudad, de 104,000 habitantes.
Cater recalcó que no se trata de odio ni discriminación sino de 'mantener el orden y hacer cumplir las leyes' en una localidad calificada por el FBI en 2013 como la más segura del condado de Riverside y la segunda del país entre las ciudades de más de 100,000 habitantes.
La imagen de residentes ondeando banderas estadounidenses y bloqueando el martes el paso de tres autobuses que transportaban a al menos 140 indocumentados para dejarlos en un centro de detención en la ciudad, también ha generado la oposición de muchos activistas defensores de los inmigrantes.
Las protestas a favor y en contra de los inmigrantes se dan en el marco de la crisis humanitaria que afecta a EE.UU. luego de que en los últimos meses 52,000 menores fueron detenidos tras entrar ilegalmente a ese país, según datos del Gobierno estadounidense.
La mayoría de los menores son oriundos de países centroamericanos, especialmente Honduras, El Salvador y Guatemala.
'Las protestas antiinmigrantes en Murrieta muestran un lado feo de la comunidad a la que denunciamos como elitista, intolerante y antiinfantil', manifestó en un comunicado Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA).
Igualmente, Enrique Morones, fundador de Ángeles de la Frontera, un grupo dedicado a ayudar a los inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera sur del país, manifestó hoy su desacuerdo con el rechazo a las familias indocumentadas.
'Estos son migrantes que han escapado de una situación muy violenta en Centroamérica; ellos simplemente quieren vivir y, así es como han sido recibidos?', dijo hoy el activista durante una protesta en San Diego.
'Todo esto es preocupante, incluyendo la falta de información. Nos preocupa que a veces los trasladan a lugares donde están más lejos de sus familiares', explicó a Efe Martha Arévalo, directora ejecutiva del Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN).
La autoridades dijeron anoche en una reunión con más de 750 residentes de la ciudad que una vez sean procesados por la Patrulla de Fronteras, los inmigrantes buscarán ser reunidos con familiares.
Dave Jennings, director de la oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Los Ángeles, explicó que las autoridades de inmigración los ayudarán para que se puedan movilizar a los sitios del país donde residen sus familiares.
'Si no, no podemos controlar lo que harán', aclaró Jennings a la audiencia en el auditorio de la Preparatoria Murrieta Mesa, donde además se informó que está planeado que cada 72 horas salga un vuelo desde Texas con familias indocumentadas hacia San Diego.
Según ha informado el ICE, luego de tomar sus datos, se los dejará en libertad con el compromiso de presentarse un par de semanas después ante un juez.
A pesar de las críticas recibidas, el alcalde de Murrieta resaltó que las acciones presentadas esta semana son la consecuencia de la falta de acción del gobierno federal.
'En lo que todos podemos estar de acuerdo es que tiene que ocurrir un cambio federal en muchas, muchas formas', concluyó el alcalde de esta ciudad del suroeste de Riverside, con cerca del 26 por ciento de residentes hispanos y el 70 por ciento blancos no hispanos.