Primera ministra de Tailandia es destituida por vulnerar la Constitución
La primera ministra interina de Tailandia, Yingluck Shinawatra, se vio forzada a dimitir hoy tras ser condenada en el Tribunal Constitucional por abuso de poder y violar la Carta Magna en el traspaso de un alto funcionario.
Yingluck, que siguió el fallo desde unas dependencias del Ministerio de Defensa porque la sede del Gobierno está sitiada por manifestantes antigubernamentales, será sustituida por Niwattumrong Boonsongpaisan, hasta ahora ministro de Comercio en funciones.
Los magistrados del Constitucional dictaminaron que el relevo del secretario general del Consejo de Seguridad Nacional, Thawil Pliensri, en 2011 fue 'inconstitucional' porque la medida fue tomada para favorecer la promoción de un familiar.
Thawil fue sustituido por el jefe de la Policía Nacional, Whichien Podposri, cuyo cargo fue ocupado a su vez por Priewpan Damapong, excuñado de Thaksin Shinawatra, hermano de Yingluck.
'El estatus de la primer ministra ha finalizado, Yingluck no puede continuar en su posición como primera ministra en funciones', aseveró uno de los jueces del tribunal en un comunicado.
El fallo también ordena el cese de nueve ministros, entre ellos los de Asuntos Exteriores y Finanzas, que formaban parte del Ejecutivo en el momento en que se tomó la decisión.
Los 25 miembros restantes del Gobierno interino que no se ha visto afectado por el fallo deberán organizar la celebración de las elecciones generales previstas el próximo 20 de julio.
Thawil Pliensri volverá a ser secretario general del Consejo de Seguridad Nacional, según la alta magistratura.
Los manifestantes antigubernamentales congregados en el Tribunal Constitucional celebraron el fallo que consideran una batalla ganada en su lucha contra el Ejecutivo interino, que quieren sustituir por un consejo no electo que reforme el sistema.
'Los jueces han hecho justicia. Estoy muy feliz. Queríamos echarla del poder con el que ella intentaba manipular nuestro país a través de su hermano (Thaksin)', manifestó a Efe Weeravan Chatanwan, manifestante de 66 años.
'No rechazamos elecciones, pero tenemos que reformar el país primero', agregó.
Esta es la tercera vez que los tribunales tailandeses fuerzan el cese de un primer ministro, después de que en 2008 inhabilitasen a Samak Sundaravej y Somchai Wongsawat, ambos aliados del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, depuesto en un golpe de Estado en 2006.
'Niego los cargos. No he vulnerado ninguna ley. No he recibido beneficio alguno del nombramiento (de Priewphan Damapong jefe del Consejo Nacional de Seguridad)', declaró ayer la exmandataria en su comparecencia ante el tribunal.
Este caso era uno de los dos frentes judiciales que amenazaban la posición de la primera ministra.
El otro es una investigación de la Comisión Anticorrupción por una posible negligencia en la gestión de un controvertido plan de subsidios a los productores de arroz denunciado como caro y corrupto.
La comisión abordará mañana este caso, que podría suponer la apertura de un proceso de impugnación en el Senado y la inhabilitación por cinco años de la ex primera ministra.
Finalmente ha sido la vía judicial la que ha forzado la caída de Yingluck, elegida en julio de 2001 y que desde octubre del año pasado se ha enfrentado a las protestas de grupos antigubernamentales.
Durante meses, los manifestantes han ocupado edificios oficiales, incluida la oficina de la primera ministra y varios ministerios, así como diversas avenidas en Bangkok en unas protestas en las que han muerto 25 personas y centenares han resultado heridas.
El pasado 2 de febrero, los antigubernamentales, tras prometer que respetarían el derecho al voto, boicotearon y forzaron el cierre de numerosos colegios electorales en los comicios anticipados convocados para intentar acabar con la crisis política.
Los manifestantes exigen que antes de los comicios se haga una reforma del sistema político que consideran corrupto y al servicio de los intereses del ex primer ministro Thaksin Shinawata, que en 2008 fue condenado en rebeldía a dos años de cárcel por corrupción y vive en el exilio.
Thaksin y sus plataformas electorales han ganado todas las elecciones desde 2001 gracias al apoyo de la población rural del norte del país y a las clases más desfavorecidas de Bangkok que se beneficiaron de sus políticas sociales.
Estas clases forman el grueso de los llamados 'camisas rojas', quienes el sábado próximo han convocado una manifestación de protesta contra los jueces y las élites burocráticas cercanas a la monarquía que consideran contrarias al Gobierno elegido democráticamente.