Alerta en Inglaterra ante inundaciones
Las autoridades británicas mantienen hoy 16 alertas de inundaciones en el sur de Inglaterra, la mayoría de ellas en áreas próximas al río Támesis, a las afueras de Londres, a causa del fuerte temporal que afecta al país desde hace semanas.
El Servicio Meteorológico británico pronosticó para esta noche y mañana más lluvias y vientos a causa de una corriente procedente del Atlántico, mientras el Gobierno mantiene reuniones diarias de emergencia para atender las necesidades de los afectados.
Muchas familias se han visto obligadas a abandonar sus casas en el condado de Somerset, suroeste de Inglaterra, por las inundaciones, consideradas las peores en décadas.
De las 16 alertas de inundaciones, 14 corresponden a los condados de Berkshire y Surrey, muy próximos a Londres, y los otros dos a Somerset, en tanto que las autoridades han pedido a la población en algunas zonas de Gales que estén 'al tanto' de la situación porque pueden resultar afectadas por las lluvias de los próximos días.
El primer ministro, David Cameron, visita hoy las zonas del suroeste de Inglaterra castigadas por las inundaciones.
Las lluvias han afectado los servicios de trenes que conectan el suroeste de Inglaterra con el resto del país, por lo que se han dispuesto más conexiones aéreas.
Los trenes que salen de la estación londinense de Paddington hacia Reading, en el condado de Berkshire, hacen un recorrido a menor velocidad debido a la gran cantidad de agua caída en las zonas próximas a la capital británica.
Además de las lluvias, el Servicio Meteorológico ha anticipado nevadas en Escocia, norte de Inglaterra e Irlanda del Norte.
Desde finales del año pasado, el Reino Unido se ha visto afectado por un continuo temporal de lluvias y fuertes vientos por corrientes procedentes del Atlántico.
Esta situación ha provocado una polémica debido a las críticas contra el Gobierno por no haber tomado medidas con tiempo para evitar que se produjeran estas inundaciones.
El ministro de Comunidades, Eric Pickles, ha admitido que no dragar los ríos en las zonas afectadas en los últimos meses había sido 'una equivocación'.