Países en desarrollo bloquean avances de la Cumbre Climática
Las reticencias de un grupo de países liderados por China, Venezuela, Bolivia y Arabia Saudí dificultan los avances en la negociación sobre la reducción de emisiones que tiene lugar en la cumbre del Clima de Naciones Unidas de Varsovia (COP19), explicaron hoy a Efe fuentes diplomáticas.
Las últimas posiciones de este grupo, que lidera a un buen número de los llamados países en vías de desarrollo, suponen un retroceso frente a lo acordado en la pasada cumbre del Clima, celebrada en Durban (Suráfrica), y si se mantiene puede dificultar el camino hacia un acuerdo definitivo en 2015.
Estos países quieren que únicamente se discuta sobre cómo aumentar la reducción de emisiones hasta 2020, alegando que esto beneficia de manera directa a los países más vulnerables al cambio climático, aunque no quiere entrar en acuerdos posteriores a 2020.
Muchos de estos Estados, con China a la cabeza, son precisamente quienes van a tener que asumir mayores compromisos de reducción de emisiones a partir de 2020.
De hecho, según fuentes diplomáticas, China está siendo uno de los países que más están dificultando la negociación como parte del llamado grupo de los Ligminded, entre los que también están India, Pakistán, Malasia y Egipto.
La cuestión de quién es culpable del cambio climático es crucial para los países en vías de desarrollo, que consideran que deben recibir el apoyo financiero de las naciones más ricas para hacer sus economías más ecológicas, adaptarse a los cambios en el clima y cubrir los daños causados por el aumento de las temperaturas.
Este grupo de países en vías de desarrollo sigue aferrado a la idea de que los Estados más desarrollados deben asumir una mayor responsabilidad por las emisiones del pasado, a pesar de que actualmente la economía china, por ejemplo, es una de las principales emisoras de gases de efecto invernadero en el mundo.
Al mismo tiempo, los representantes de la mayoría de los países industrializados se muestran cada vez más intransigentes en las negociaciones, sobre todo después de que la Unión Europea (UE), Australia, Estados Unidos y otros países desarrollados hayan decidido posponer la cuestión de quién debe pagar una indemnización por los fenómenos climáticos extremos hasta después de 2015.
Para el director ejecutivo de Greenpeace, Kumi Naidoo, 'si ya vinimos a esta conferencia de Varsovia con pocas expectativas', romper ahora los acuerdos ya cerrados supondrá 'un grave problema'.
En declaraciones a Efe Naidoo explicó que 'tristemente' la COP19 'no será un desastre' si al menos la comunidad internacional se ratifica en los acuerdos ya aceptados y desarrolla cómo implementarlos en el futuro, especialmente si se tienen en cuenta los anuncios de Australia y Japón de no reducir sus emisiones.
El responsable de Greenpeace criticó 'la falta de urgencia de los políticos' y lamentó su rechazo a escuchar el clamor social que pide acciones concretas para frenar el cambio climático.
En opinión de Naidoo, los políticos ya han demostrado durante la crisis financiera que son capaces de llegar a grandes acuerdos en un tiempo récord, algo que sería deseable también en un campo mucho más urgente: la lucha contra el cambio climático.