Decepción ante la supuesta reforma económica 'sin precedentes' de China
Un mayor papel del mercado en la economía o reformas en las finanzas son algunos de los cambios que ha prometido el Partido Comunista de China (PCCh) en el recien concluido plenario, aunque este ha decepcionado por su falta de concreción, su discurso arcaico y sus anuncios de aún mayor burocracia.
Terminados los cuatro días de reuniones de líderes comunistas, tan secretas que ni siquiera está claro dónde fueron, las reformas 'sin precedentes' que anunciaba la prensa oficial en la víspera han quedado de momento en retórica, y no sólo en lo político, donde nadie esperaba democracia, sino hasta en lo económico, para sorpresa del mercado.
Llamadas a 'profundizar completamente la reforma', 'acelerar modernos sistemas de mercado' o modificar el sistema financiero y la transparencia presupuestaria han sido algunas de las propuestas del vago comunicado de siete páginas que ha salido del plenario, tan falto de detalles que ha sido contestado con frialdad por la Bolsa de Shanghái, que hoy ha caído un 1,83 por ciento.
'No se está avanzando (en la reforma), se está volviendo atrás', señaló hoy a Efe el experto del independiente Instituto de Estudios del Mundo y de China, Meng Yuanxin, quien subrayó las contradicciones que muestra la supuesta senda reformista del país asiático.
El director del Observatorio de la Política China, Xulio Ríos, señaló en Pekín que el comunicado 'no precisa nada en ningún aspecto y abunda en generalidades' pero aclara que lo hace 'intencionadamente, dejándolo todo a expensas de lo que pueda elaborar el grupo dirigente que han creado'.
Y es que las dos únicas novedades concretas que se interpretan en el comunicado del plenario es la creación de dos nuevas instituciones: el Comité de Seguridad Nacional y el Pequeño Comité de Coordinación de las Reformas.
Aparentemente es un aumento de la ya enorme burocracia del PCCh, con dos comisiones que, especialmente en el caso del dedicado a seguridad nacional, todavía no se sabe muy bien qué competencias exactas tendrán.
'El grupo investigará a Zhou Yongkang', opina Ríos, en alusión al exmáximo responsable de la seguridad nacional, hoy investigado por el PCCh por presunta corrupción, mientras que Zhang Lihua, miembro de la Escuela del Partido (corpus ideológico de la formación) opina que se dedicará a la vigilancia exterior y a la inteligencia.
Para Meng, por contra, el nuevo comité de seguridad es una organización 'sin mucho sentido' que principalmente se dedicará a cuestiones nacionales, a diferencia de la casi homónima Agencia de Seguridad Nacional estadounidense.
En todo caso, la mayor sorpresa del comunicado, y a la vez la principal decepción, es su escasa mención de dos temas que en teoría iban a ser clave en el plenario: la reforma de la tierra, para permitir al enorme campesinado chino más desarrollo, y la abolición del 'hukou', el sistema que limita la emigración rural a la ciudad.
En el primer caso, el PCCh sólo apunta a que 'se desarrollarán muchos tipos de sistemas de propiedad', aunque el núcleo de la economía será la propiedad pública, y en el tema del 'hukou' únicamente reconoce que 'la estructura dual entre campo y ciudad es el principal obstáculo para integrar desarrollo rural y urbano'.
El 'hukou', una especie de carné de ciudadano urbano que sólo se da a los nacidos en grandes poblaciones (y que impide a los campesinos que emigran el acceso a servicios de educación o sanitarios) fue introducido por Mao Zedong para evitar un masivo éxodo urbano y aún perdura, pese a llamadas a que se elimine.
'A corto plazo no se va a cancelar. En ciudades medias y pequeñas está cambiando, pero en las grandes como Shanghái o Pekín no habrá muchos cambios', señaló Meng sobre el 'hukou', palabra que ni siquiera se menciona en las conclusiones del plenario.
'No se puede cambiar rápido en este sentido, porque el 'hukou' está relacionado con la Hacienda del Estado, y de momento va habiendo ajustes en algunas provincias', opinó Zhang Lihua.
El mantenimiento de retóricas maoístas y la opacidad del plenario vuelven a poner en duda el supuesto talante reformista de Xi Jinping, máximo líder chino desde hace un año, aunque algunos expertos opinan que los verdaderos cambios 'sin precedentes' podrían llegar en los próximos meses, una vez que el PCCh ha sentado esos ahora enigmáticos principios generales.